Los datos del paro evidencian la imperante necesidad de acabar con la precariedad laboral

Los datos del paro evidencian la imperante necesidad de acabar con la precariedad laboral

Para ello desde UGT Andalucía exigimos 7 medidas urgentes: desaparición del contrato indefinido de apoyo a emprendedores; obligatoriedad de registro diario de jornada; primacía del convenio sectorial, nueva regulación de la subcontratación y de las empresas multiservicios; propiciar que sea el trabajador el que pueda decidir entre indemnización o readmisión en los casos de despidos improcedentes; eliminar las comisiones ad hoc en la negociación colectiva y recuperar la ultraactividad, como elemento fundamental, de los convenios colectivos. El paro se incrementa en casi 8.300 nuevos trabajadores, se desploma la contratación un 17,5% y la afiliación a la S.S. vuelve a retroceder.

04/09/2018 |

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El paro se incrementa en 8.284 personas (1,06%) y se sitúa en 792.577 desempleados. Se reduce, con respecto a hace un año en 39.035 trabajadores (-4,69%), muy por debajo del registrado  en el conjunto del Estado (-5,92%). Un año más, son otros, y no los trabajadores andaluces, los que “hacen el agosto”.

Andalucía sigue liderando el paro estatal: el 24,91% de los parados del conjunto del Estado son andaluces, porcentaje que se reduce levemente con respecto al de julio (25,02%). Uno de cada cuatro desempleados españoles sigue siendo andaluz.

El 8,49% de los parados son menores de 25 años, porcentaje que se reduce de manera casi inapreciable con respecto a julio (8,57%). El mercado laboral andaluz continúa sin dar una oportunidad laboral a los trabajadores más jóvenes.

Las trabajadoras andaluzas han reducido dos décimas su peso relativo (58,64%) con respecto al mes anterior (58,84%). La precarización de las condiciones laborales, de los puestos de trabajo ofertados en el periodo vacacional, tiene una mayor incidencia sobre las trabajadoras andaluzas en comparación con sus compañeros hombres.

En agosto, el paro en los trabajadores extranjeros se ha reducido en un 3,29%. A su vez, durante los últimos doce meses, este desempleo ha descendido apenas en un 1,82%, mientras que en el conjunto  del Estado se ha reducido un 3,77%.

El sector servicios continúa recogiendo a más el  65% de nuestros parados (65,04%). Durante este mes, el paro se ha incrementado en la industria, la construcción y los servicios.

En agosto se realizaron 71.695 contratos menos que en el mes anterior, lo que supone un desplome del 17,53%. Además, la contratación temporal sigue acumulando casi la totalidad de los contratos registrados: el 93,33% de los contratos fueron temporales.

32 de cada 100 desempleados andaluces han agotado sus prestaciones. Incrementar la tasa de cobertura del Sistema de Prestaciones Públicas por Desempleo es una cuestión de justicia social que debe ser afrontada por el Ejecutivo Central con la máxima de las celeridades y siempre con el consenso con los agentes sociales más representativos.

Por último, el octavo mes del año ha servido para que se vuelva a reducir (-0,63%)  la afiliación a la Seguridad Social. A pesar de este nuevo retroceso, la tasa interanual (2,94%) pasa a situarse levemente por encima de la  registrada a nivel estatal (2,89%).

Analizados los datos de agosto, valoramos negativamente la leve reducción del paro. Estamos asistiendo a un acontecimiento insólito, crece el PIB y desciendo el paro, pero no somos capaces de recuperar la población activa perdida durante la crisis. Solo un argumento puede justificarlo: precarización del mercado laboral.

Hay que apostar, de una vez por todas, por el empleo de calidad. El poder adquisitivo de los trabajadores y la calidad de vida de las economías domésticas es el único indicador que, a ciencia cierta, asegura la viabilidad futura de los crecimientos económicos, así como el logro de gran parte de los objetivos de cohesión social y territorial. Unas mejores condiciones laborales y un incremento salarial no solo incrementa la capacidad de compra de los trabajadores en el corto plazo sino que, además, mejora la cuantía de nuestras futuras pensiones, dos cuestiones fundamentales en las que Andalucía se mantiene por detrás de la media estatal.