UNA LUCHA ESCRITA CON SANGRE
Otro 25 de Noviembre para seguir denunciando lo mismo que todos los años, que el machismo mata a las mujeres. Porque sí, porque quiere y puede.
Más de 1000 mujeres asesinadas desde 2003, en concreto 1027 mujeres, asesinadas por sus parejas o exparejas y 50 en lo que llevamos de 2019. Y 34 menores asesinados por sus padres o padrastros desde que se empezaron a contabilizar en el año 2013. Pero aún hay otro dato más. Quién cuenta a las mujeres asesinadas que no cuentan, porque su asesino no era su pareja o expareja?
Es hora de empezar a hablar de terrorismo machista, sin ningún pudor. Y máxime cuando hemos dejado salir al hombre de La Caverna con su Caja de Pandora bajo el brazo, henchido de orgullo y satisfacción, queriendo imponer su ideología política a golpe de escaño, volviendo a desenterrar la vieja denominación de "violencia doméstica" o "violencia intrafamiliar", que elimina la especificidad de la violencia ejercida contra la mujer por el solo hecho de serlo, o las críticas a las leyes que protegen a las mujeres porque, supuestamente, discriminan a los hombres.
Por ello, el rechazo social a la violencia machista es fundamental y debe ser un compromiso de todos y todas en todos los ámbitos de actuación y de la sociedad.
No vamos a consentir que nos manden al terreno de lo privado, porque coser un botón no empodera. Lo que empodera es la formación y un empleo digno. Y no vamos a dar ni un solo paso atrás. Porque esta lucha no es sólo nuestra, es de todas las que nos precedieron a lo largo de la historia y pusieron su granito de arena para que hoy sigamos con el ejemplo. Pero sobre todo, es una lucha escrita con sangre. Con la sangre de TODAS las que murieron a lo largo de los años por el simple hecho de ser mujeres, ese fue su delito.
Y, el 25 de Noviembre, volveremos a salir a las calles y a pesar de todo el dolor, pediremos IGUALDAD Y NO VENGANZA.
Urge modificar los roles que siguen reproduciendo los hombres, hay que buscar y lograr, el favorecer la igualdad real y efectiva ente hombres y mujeres en nuestra sociedad.
Para UGT, el objetivo primordial es, trabajar contra la discriminación estructural que la sociedad machista genera, y favorecer el cambio de los hombres hacía posiciones igualitarias.
Está incluido en el perímetro de violencia, el acoso sexual y el acoso por razón de sexo en el ámbito laboral, ya que es una manifestación más de la violencia contra las mujeres, y con ello contribuye a la desigualdad de la mujer en el mercado de trabajo. Este tipo de acoso sexual en el trabajo y el acoso por razón de sexo, es un fenómeno habitual, normalizado y muy extendido, y tal y como pone de manifiesto la reciente Resolución del Parlamento Europeo, de 11 de septiembre de 2018 un gran número de casos no llega a denunciarse como consecuencia de "la escasa sensibilización social, el miedo al despido, la dificultad para conseguir pruebas, o unos insuficientes canales de denuncia, entre otras cosas.
Otra vía para ejercer la violencia contra las mujeres, son las nuevas tecnologías, "el uso de internet, de dispositivos móviles, redes sociales y servicios de mensajería instantánea o geolocalización han dado pie a nuevas formas de ejercer la violencia contra las mujeres, facilitando conductas de control, intimidación, amenazas, acoso y humillación". Algo que confirma un estudio publicado en 2018 por el propio Parlamento, según el cual "las mujeres están siendo específicamente atacadas por la violencia cibernética y que las más jóvenes están amenazadas, sobre todo, por el acoso sexual y el acoso sexista. Así, el 20% de las mujeres jóvenes de la UE han sufrido acoso sexual cibernético, y el 14% de las mujeres han sufrido acoso cibernético desde los 15 años.
Entre las muchas causas, la precarización económica desata un mayor número de procesos de violencia, debido a un clima social enrarecido. Por ello, hay muchas mujeres víctimas de violencia, qué se ven abocadas a seguir conviviendo con sus maltratadores al no disponer de recursos económicos con el qué sustentarse ella y sus hijos. En Huelva se benefician de la RENTA ACTIVA DE INSERCIÓN: 2.351personas, de los que 1.845 son mayores de 45 años, 251 personas por discapacidad, 2 emigrantes, 3 por violencia doméstica y 248 por VÍCTIMAS DE VIOLENGIA GÉNERO, es decir, el 10.55%
UGT, demanda una norma internacional para lograr la erradicación de la violencia de género, tanto en el ámbito laboral como en el del hogar. Demandamos reforzar los recursos sociales, jurídicos y económicos para poder favorecer la visibilización de la violencia de género.
Continuaremos incluyendo en la negociación colectiva unas garantías de protección laboral en materia de igualdad e imponer los planes de igualdad llevándolos a la práctica en su totalidad. Haremos hincapié en las empresas con menos de 250 trabajadores para que implanten y negocien los planes de igualdad y con ello medidas de igualdad. Vamos a reforzar la acción sindical, la formación y la sensibilización para alcanzar la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.
El Pacto de Estado en materia de violencia de género aprobado en 2017, dos años después de su aprobación se manifiesta insuficiente. Por ello, instamos al nuevo Gobierno a activar todos los mecanismos y recursos necesarios para mejorar la protección y tutela jurídica e institucional de las víctimas y la aplicación del Convenio de Estambul (2011) sobre prevención, asistencia integral a las víctimas y lucha contra "todos" los tipos de violencia contra las mujeres, sean de carácter sexual, laboral, institucional, económica, acoso sexual u otras violencias infligidas por la pareja o ex pareja.
Desde UGT-HUELVA, pedimos al nuevo Gobierno que destine todos los recursos necesarios, con la prioridad y contundencia que requiere atajar un problema social de esta magnitud. Reclamamos mayores sanciones a los agresores y más protección a las víctimas de violencia de género.
STOP LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
#25N
#NiUnaMenos #NiUnaMas #NoMasMuertes