Comunicados

Un 18,7% de trabajadores y trabajadoras andaluces se encuentran en riesgo de pobreza en el trabajo

Para UGT Andalucía la conmemoración este 17 de octubre del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza sigue siendo de vital importancia, continuar con nuestras reivindicaciones y luchas, porque al igual que el pasado año, la pobreza sigue por desgracia extendiéndose tal y como lo ha hecho la pandemia, ya que casi 12 millones de personas, es decir, el 25,3 % de la población española, están en riesgo de pobreza y/o exclusión social, produciendo esta crisis sanitaria, social y económica un empeoramiento de las condiciones de vida de las personas vulnerables y cada vez hay más familias sin sustento económico.

15/10/2021 |

Imagen noticia

Desde UGT Andalucía conmemoramos  el 17 de octubre,  el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, teniendo el gran desafío de lograr el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible, que no es otro, que poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo. UGT denuncia la complicada situación que están viviendo día a día, millones de personas en el mundo, en nuestro país y más concretamente en nuestra Comunidad Autónoma. No se nos puede olvidar, tal y como denunciamos el pasado año, que la pandemia ha puesto en evidencia el déficit en el sistema de protección social y de servicios sociales de los que disponemos, que a pesar de la gran labor realizada hasta ahora, se ha mostrado que es necesaria, su mejora y la ampliación de esfuerzos, tanto económicos, como personales para poder alcanzar a todas las personas que lo requieran.

La crisis sanitaria que experimentamos hace ya casi dos años, ha hecho que muchas personas sufran sus consecuencias más directas, perdiendo sus empleo y viendo como apenas han tenido ingresos con los que afrontar su día a día.

Datos que lo demuestra son los reflejados por la Encuesta de Condiciones de vida en Andalucía del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, que desprenden que en 2020, el 35,14% de la población andaluza se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social (el 26,42% en el caso de España) y además más del 8% de los hogares andaluces presentaban carencia material severa.

Otro dato que podemos mencionar muy preocupante, es que el 18,7% de trabajadores y trabajadoras andaluces se encuentran en riesgo de pobreza en el trabajo, siendo España es el tercero de la UE, por detrás de Rumanía y Grecia, con mayor tasa de pobreza laboral (13%), consecuencia directa de la precariedad,  la baja remuneración y un modelo de crecimiento desigual. Y todo esto, a pesar de que la Carta Social Europea fija entre sus objetivos el pleno empleo, la protección social y en especial a las personas más vulnerables. Además, el Pilar Europeo de Derechos Sociales establece que para que una sociedad sea más igualitaria son necesarios altos estándares de calidad en el empleo y una amplia protección social…

Por tanto, este año, la conmemoración este 17 de octubre del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza sigue siendo de vital importancia, continuar con nuestras reivindicaciones y luchas, porque al igual que el pasado año, la pobreza sigue por desgracia extendiéndose tal y como lo ha hecho la pandemia, ya que casi 12 millones de personas, es decir, el 25,3 % de la población española, están en riesgo de pobreza y/o exclusión social, produciendo esta crisis sanitaria, social y económica un  empeoramiento de las condiciones de vida de las personas vulnerables y cada vez hay más familias sin sustento económico.

Además esta situación también se ha cebado con las mujeres, ensanchándose la brecha de género existente, al aumentar el porcentaje de personas trabajadoras pobres, especialmente mujeres. Por este motivo, y por la necesidad de darles voz a aquellas personas que ya venían padeciendo esta situación, y que la han visto incluso más agravada, hoy es el día para alzar nuestras voces y exigir una solución de una vez por todas, a fin de ver cumplido el Objetivo de Desarrollo Sostenible que permita erradicar la pobreza cuanto antes.

Por ello, volvemos a reivindicar la necesidad de realizar reformas en profundidad, porque aún son muy insuficientes las medidas llevadas a cabo, tanto por gobierno central, como por las comunidades autónomas para combatir esta gran lacra, ya que  siguen existiendo  miles de personas que no pueden trabajar, además de sufrir la deficiente gestión del Ingreso Mínimo Vital y de nuestra Renta Mínima de Inserción,  por no hablar de una asistencia pública que continua sin afrontar tal y como se espera y necesita, aumentando de este modo, de forma abismal, la desigualdad que ya existía.

Ante esta realidad, debemos decir que el Ingreso Mínimo Vital, que se suponía que estaba llamado a ser uno de los grandes factores para amortiguar la debacle económica que están sufriendo miles de familias por la pandemia, ha resultado que no ha funcionado como se esperaba, ni ha cumplido las expectativas de las personas que lo necesitaban, sintiéndose aún más desprotegidas debido a la maraña burocrática o la excesiva tardanza en la respuesta, que ha hecho que miles de familias con necesidades extremas se ven abocados a no poder subsistir. Además en Andalucía, la situación se agrava, ya que se une a los mayores índice de pobreza que el resto del país, que nuestra renta autónoma, es decir, la Renta mínima de Inserción Social, ha quedado en espera,  dejando sin cobertura a muchas personas, reivindicando desde aquí que la Junta de Andalucía debe dar respuesta inmediata y debe modificar su prestación para que permita la compatibilidad y/o complementariedad con el Ingreso Mínimo Vital  y permita dejar a ninguna familia atrás.

Incluso tener empleo no asegura que tengamos unas condiciones de vida óptimas, ya que muchas de las personas trabajadoras asalariadas andaluzas no consiguen llegar tampoco a final de mes, al tener unos empleos muy precarios, temporales, a tiempo parcial y con unos sueldos exiguos, precarizándose aún más la situación por la crisis sanitaria. En relación a los salarios, Andalucía sigue siendo la quinta por la cola con los salarios más bajos, con una media de alrededor de 21.000 euros, muy lejos de la media fijada en España, acentuándose aún más en el caso de las mujeres, que según la Encuesta de Estructura Salarial 2020 en Andalucía, el salario medio anual de las andaluzas, fue de poco más de 18.500 euros, percibiendo en muchos casos, menos de 6.000 euros anuales que los hombres. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de los pensionistas andaluces, cuya pensión media se sitúa en el pasado mes de septiembre en 927 euros, un 10,50% menos que la media nacional, y en el caso de las mujeres también es significativa la brecha salarial existente, siendo la pensión media de ellas, de  760 euros en nuestra región.

Por tanto, en la conmemoración de este día, manifestamos que las ayudas de protección social no son suficientes, hay que afrontar urgentemente acciones para proteger los derechos de las personas a una vivienda digna, a la educación, a la sanidad y a un nivel de vida adecuado.

Como conocemos la vivienda para muchas personas es inaccesible, no existiendo apenas parques de viviendas públicos,  además de que el número de desahucios sigue en aumento, esperando que la tan anunciada Ley Estatal de Vivienda solucione estos aspectos. Igualmente también debemos  mencionar, que una cuarta parte de los hogares con niños en riesgo de pobreza tienen grandes dificultades para cubrir los gastos de educación, y todavía hay lagunas en el acceso a la sanidad para las personas con bajos ingresos e inmigrantes recientes, sumando ahora la deficiencia en la asistencia sanitaria de las personas mayores.

Ante esta coyuntura, desde UGT Andalucía aprovechamos este día para seguir reivindicando nuestra lucha contra la pobreza y la exclusión social, para ello exigimos a los diferentes Gobiernos que se lleven a cabo medidas concretas y eficaces contra esta desigualdad, por lo que consideramos urgente la puesta en marcha de la Estrategia Nacional de Prevención y Lucha contra la pobreza, además del fortalecimiento de los servicios sociales, mediante la ampliación de cobertura y compatibilidad de nuestra Renta Mínima de Inserción y del Ingreso mínimo vital, de forma que se  garantice de una vez por todas, para aquellas personas que no pueden acceder a ningún otro ingreso, agilizándose la tramitación de los mismos y reduciéndose aún más los trámites burocráticos que requieren, unido esto a medidas y políticas laborales y sociales que prioricen los intereses de las personas.

Reivindicamos efectuar, sin más dilación, una potente inyección de gasto público social para hacer frente a las situaciones de pobreza existentes o que se puedan originar, blindando este sistema público de protección y también debe producirse un verdadero desarrollo de la atención a personas dependientes, muchas de las cuales no pueden sufragar sus gastos a raíz de la escasez de las pensiones que perciben y es otra de las cuestiones a mejorar de forma urgente, que se ha visto como no ha podido hacer frente a dicha crisis sanitaria.

En definitiva, volvemos a plasmar nuestra principal reivindicación al respeto, la cual se resume con la idea concreta que solo podremos acabar con este grave problema social, si situamos a las personas por encima de los intereses económicos. Las políticas deben ser coherentes y consecuentes con los compromisos constitucionales, europeos e internacionales en materia de derechos humanos y medioambientales.