Atrapados en la treintena, sin empleo y sin apoyo para encontrarlo

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Atrapados en la treintena: sin empleo y sin apoyo para encontrarlo

Ser varón, con estudios universitarios y una edad comprendida entre los 30 y los 45 años no es, ni mucho menos, sinónimo de tener empleo asegurado.

29/08/2012 |

Daniel Chacón, en paro, en la orla de una de sus licenciaturas.
Daniel Chacón, en paro, en la orla de una de sus licenciaturas.

Daniel Chacón tiene dos licenciaturas y cursa una tercera. Está en paro y la única experiencia laboral con la que cuenta es de comercial. No existen ayudas para la contratación de personas con su perfil y en su comarca, el Campo de Gibraltar, no encuentra hueco en el mercado laboral.

Daniel es licenciado en Geografía e Historia y en Antropología Social, y ahora mismo estudia Sociología a través de la UNED. Además, es técnico superior en Administración y Finanzas y posee otras tantas titulaciones medias que, aunque rellenan su currículum, no le han valido ni un solo empleo. Lleva casi en año en paro y es beneficiario del Plan Prepara. "Yo no quiero cobrar 400€, yo lo que quiero es trabajar", se queja.

Mayores de 45 años, jóvenes de entre 16 y 30 años, víctimas de la violencia de género, del terrorismo, personas con discapacidad, personas en situación de exclusión social, mujeres… todos estos colectivos cuentan con bonificaciones para su contratación. Pero no existen ayudas  ni incentivos para varones como Daniel de entre 30 y 45 años que no encuentran una salida en el mercado laboral. "Entiendo que hay personas que lo necesitan, pero al final lo que ayuda a unos perjudica a otros", manifiesta este linense que asegura que ya no sabe qué hacer para encontrar un trabajo.

"Mi formación es lo que tengo, y no he matado a Manolete para tener que esconderlo"

Ni el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en su normativa  ni la Junta de Andalucía en un decreto de 2005 que regula los incentivos a la contratación contemplan ayuda alguna para Daniel. Las empresas no lo contratan por no tener suficiente experiencia para un trabajo cualificado, y no consigue ningún trabajo porque tiene demasiada formación. "Yo, y otros muchos como yo estamos atrapados en esta pescadilla que se muerde la cola".

"Pasan los días y el teléfono no suena". Daniel está buscando una llamada, una entrevista de trabajo, una oportunidad. "Por más currículos que envío, por más que me muevo no consigo ni una sola entrevista", nos asegura. Además, cuando consigue alguna es para puestos de baja cualificación y normalmente tiene más formación que la persona que lo entrevista. Tiene la sensación de que eso lo "descarta automáticamente"..

"Yo, y otros muchos como yo estamos atrapados en esta pescadilla que se muerde la cola"

Hasta ahora Daniel, oriundo de La Línea de la Concepción (Cádiz) no ha podido aplicar sus conocimientos en ningún trabajo. Se plantea si debería obviar algunos de sus títulos en su currículum, pero afirma que "mi formación es lo que tengo, y no he matado a Manolete para tener que esconderlo". Como él, el 13% de los parados andaluces tienen estudios universitarios. Según un informe elaborado por la Secretaría de Análisis Económico de UGT Andalucía el descenso del paro registrado en los últimos meses no afecta a los colectivos más formados. Más bien al contrario, se produce un ligero ascenso entre el número de desempleados en aquellas ocupaciones que requieren formación superior.

El Campo de Gibraltar es una comarca que, a pesar de tener uno de los polígonos petro-químicos más importantes de Andalucía tiene una alta tasa de paro. En total, 39.000 desempleados y "ninguna industria que permita a los jóvenes estudiantes trabajar", afirma José Porras Naranjo, delegado de UGT en el Ayuntamiento de La Línea de laConcepción. "Las administraciones tanto autonómica como central, si no se ponen las pilas con los jóvenes van a perder la cantera que tiene que tirar de esta comarca", ha declarado el sindicalista.

Daniel no tiene casa propia, ni familia, ni deudas  y dice que cada noche duerme "frustrado pero tranquilo". Apenas sale, dedica su tiempo a la lectura y el estudio ya que solo puede permitirse tomar un café con algún amigo "de vez en cuando". Y Daniel piensa, "¿qué culpa tengo yo de esto?". Cuenta que durante el boom de la construcción llegó a tener un trabajo de comercial con el que tenía un sueldo de unos 1.500 € pero no se "embarcó" en ninguna hipoteca. "Como hicieron otros no me compré una casa, ni un coche caro, ni viví por encima de mis posibilidades. Lo único que he hecho en mi vida ha sido estudiar, y ahora la única salida que veo es la emigración", afirma Chacón.

Daniel se ha puesto en contacto con nosotros él mismo porque quería contar su historia.