Artículo de opinión - Educar para la igualdad

Educar para la igualdad

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Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, es necesario hacer una reflexión sobre la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa(LOMCE), aprobada el 10 de diciembre 2013. Esta Ley, que no ha tenido consenso y que sale sin apoyo de la comunidad educativa, contempla un modelo educativo ultraconservador que erosiona los principios educativos de una sociedad democrática. Si nos fijamos en el texto, comprobamos que está impregnado de lenguaje sexista,no hay mención al desarrollo integral de las personas y elimina la educación en valores democráticos como eje transversal del currículo educativo.

Por otro lado, esta ley atenta contra la garantía de acceso al conocimiento en condiciones de igualdad, ataca la garantía de una educación mixta en los centros sostenidos con fondos públicos y permite el concierto con centros que segregan al alumnado en razón de su sexo. Sobre esto último, no puede dejar de mencionarse la importancia que la educación mixta tiene para promover desde la escuela la igualdad de género.

Este Gobierno, pasa por alto la necesidad de tratar de forma transversal la igualdad entre hombres y mujeres; la necesidad de incluir en el currículo planes de acción tutorial, la educación afectivo-sexual y la resolución de conflictos; promover un lenguaje que nombre a mujeres y hombres y que elimine el uso de estereotipos sexistas; así como integrar en el currículo la contribución de mujeres a la ciencia, cultura y desarrollo.

Las mujeres son las grandes ausentes de la visión de mundo que forjamos en nuestro sistema educativo. No encontramos mujeres ni sus extensas contribuciones dentro de los contenidos académicos. Hay una escasa presencia de mujeres entre los personajes mencionados: un 12, 8 %, y tan solo aparecen en los manuales en un bajísimo 8 % de ocasiones, lo que revela la poca importancia que se les otorga en los textos escolares. Estamos ante una desigualdad expresa que se transmite desde el sistema educativo a través de esa falta de reconocimiento, contribuyendo a asentar y perpetuar la desigualdad de género, materializada, por ejemplo, en la brecha salarial o en la violencia de género.

Esta sociedad no debe olvidar que la educación es uno de los medios más útiles para lograr la igualdad entre los géneros. La plena igualdad entre mujeres y hombres no se alcanzará hasta que las reformas educativas velen por una educación en iguales condiciones para ambos sexos y eliminen y no fomenten todos los estereotipos que discriminanentre los sexos. Es fundamental que este Gobierno y los venideros entiendan que hay que educar los niños y niñas para la igualdad.

 

Carmen Vidal Salcedo

Secretaria General de FETE UGT Almería