Aunque los representantes de UGT no tuvieron problemas para acceder al Salón de Plenos, en el momento en que exhibieron carteles de protesta en contra de los despidos de estas trabajadoras fueron inmediatamente expulsadas de la sala por la Policía Local.

Tras ser expulsados, los representantes de UGT permanecieron a las puertas del Salón de Plenos exhibiendo permanente dichas pancartas, con lo que el alcalde obligó a tres policías a permanecer custodiando la entrada e impedir el acceso de los representantes de los trabajadores y las trabajadoras.

Durante el desarrollo del pleno y llegado el turno de ruegos y preguntas, el alcalde hizo todo lo posible por dinamitar las iniciativas de UGT para expresar su repulsa ante estos despidos, así como realizarle cualquier cuestión sobre los mismos.