El secretario general de UGT Málaga, Ramón Sánchez nos indicó  que Rafael Salinas  "a lo largo de su vida, no lo tuvo fácil, ni como trabajador, ni como líder sindical y político.  En aquellos tiempos, desde su nacimiento en 1850 en el seno de una familia obrera del barrio del Perchel, lo habitual para los trabajadores de la segunda mitad del siglo XIX era una vida llena de penurias.

Por otro lado Sánchez continuó:   "no son muy numerosos los datos bibliográficos de Rafael Salinas, si conocemos la persecución a la que fue sometido por parte de la oligarquía burguesa que en aquel tiempo dominaba la economía y la sociedad malagueña.  Situación similar en la actualidad que también conocemos, ante el avance del neoliberalismo, del gobierno de los mercados y del capital, que le hurta a la clase trabajadora el compartir los beneficios del crecimiento económico de la sociedad.

Rafael Salinas fue un miembro activo de la Asociación Internacional de Trabajadores (la primera internacional) que nació como respuesta a la explotación de los trabajadores como consecuencia de la revolución industrial.  Esa participación en la Asociación Internacional de trabajadores se tradujo en persecución, exilio y encarcelamiento, (en la época de la restauración)".

Por esas fechas la 1ª internacional se encontraba ya dividida entre las teorías de Marx y las anarquistas de Miguel Bakunin, también le afecto a Rafael Salinas, al ser en nuestra ciudad mayoritaria la corriente anarquista, y los socialistas se encontraban en situación minoritaria.La pugna entre los reducidos grupos socialistas y los más numerosos anarquistas es durísima y los minoritarios han de soportar toda clase e insultos y agresiones.

Ante la presión de los empresarios, contrarios a que los trabajadores se organizaran, utilizado la represión y el endurecimiento de las condiciones laborales, existieron una seria de conflictos laborales que conllevo a la convocatoria de huelgas en la industria malagueña. Como en la textil malagueña "La fabril" por el cierre patronal.

Decía Rafael Salinas en una carta al periódico "El Popular" en relación con motivo de la huelga de los altos hornos:

"Son muchos años desde la organización de la Internacional que estoy en lucha constante.  No tengo mucha inteligencia y aunque nunca hice alarde de exhibir mis manos llenas de callos, empecé a trabajar a los doce y de mi trabajo viví siempre" y continuaba…

"Aquí en Málaga, donde , salvo las épocas que he tenido que buscar el sustento fuera, por negármelo la burguesía, que no pudiendo atraerme por halagos y demás medios, me impedía encontrar trabajo, he vivido habitualmente, porque es la tierra donde nací y donde todos me conocen como obrero y por mis ideas".

Rafael Salinas trabajo activamente en la implantación del movimiento socialista.  Consiguió que el espíritu socialista comenzara a arraigarse fuertemente en Málaga.

Organizó de forma paralela a su trabajo en el Partido Socialista, la implantación de la UGT en Málaga, y en otras zonas de Andalucía.

Se trataba de crear una estructura sindical en la que pudieran caber todos los trabajadores y todas las ideologías.

En la concepción socialista, los sindicatos tenían un papel específico y delimitado. Solo y exclusivamente la finalidad era "mejorar en todos los sentidos" las condiciones  de los trabajadores (Objeto de la UGT).

Por último Sánchez señaló que "fue  un sindicalista comprometido con la lucha por los trabajadores.  Su actividad sindical buscaba la mejora de las condiciones de los obreros y obreras de su tiempo, lo que le ocasiono su ingreso en la cárcel y la continua represión tanto a su persona, como hacia el PSOE y la UGT".