Este documento nace de una convicción clara: la crisis climática ya no es una amenaza futura, sino una realidad presente que afecta directamente a nuestros territorios, empleos y derechos. Andalucía, por sus características geográficas y socioeconómicas, es una de las regiones más vulnerables, pero también una de las mejor posicionadas para liderar una transición ecológica justa.

Para el sindicato, no hay justicia social sin justicia ambiental. No hay transición ecológica si no es justa. Y no habrá empleos sostenibles si no somos capaces de anticiparnos y negociar desde ya las condiciones laborales que exige este nuevo tiempo.

El decálogo recoge diez compromisos clave que permiten integrar la sostenibilidad en la negociación colectiva y el diálogo social: desde la reducción de emisiones hasta la protección de la biodiversidad, pasando por el impulso del empleo verde, la justicia hídrica, la economía circular o la movilidad sostenible. Todo ello con una perspectiva transversal de igualdad de género y cohesión territorial.

El objetivo es que delegados y delegadas, secciones sindicales y estructuras federativas cuenten con una guía útil, ambiciosa y adaptada a los retos del siglo XXI. No se trata de un punto final, sino de un punto de partida. Una hoja de ruta que se enriquecerá con la experiencia de quienes día a día defienden los derechos laborales desde los centros de trabajo.

Nuestra organización defiende que cuidar el planeta también es defender el empleo, la salud, la igualdad y la dignidad de la clase trabajadora, ha señalado el sindicato.

Con esta iniciativa, UGT Andalucía reafirma su compromiso con el ecosindicalismo y apuesta por un modelo productivo que sitúe en el centro la sostenibilidad, la calidad del empleo y la participación sindical.

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