Del total, 816 corresponden a viviendas, de las cuales 706 afectan a personas físicas, lo que refleja el fuerte impacto que esta situación sigue teniendo sobre las familias andaluzas. Además, el 93,4% de las viviendas afectadas eran de segunda mano, y solo el 6,6% de nueva construcción, lo que indica que son los hogares más consolidados y vulnerables quienes están sufriendo las consecuencias.

Estos datos, aunque no reflejan desahucios directos, sí representan un paso previo en un proceso que puede acabar con muchas personas fuera de su hogar. La pérdida de la vivienda habitual es una realidad que golpea cada vez a más trabajadores y trabajadoras en Andalucía, han afirmado desde la Secretaría de Políticas Sociales de UGT Andalucía.

El sindicato alerta de que la dificultad para afrontar los pagos hipotecarios está estrechamente relacionada con la subida de los precios de la vivienda y del alquiler, en contraste con la congelación de los salarios. El precio del alquiler ha aumentado un 10,6% en solo un año, mientras que el salario medio bruto se mantiene en torno a los 1.750 euros, según datos del INE.

En muchos hogares andaluces, la hipoteca ya supone cerca del 40% de los ingresos mensuales, una carga inasumible que está obligando a las familias a agotar sus ahorros. Esta situación es insostenible y exige respuestas políticas inmediatas, ha señalado el sindicato.

UGT Andalucía reclama al Gobierno andaluz la activación urgente de la Ley de Vivienda de Andalucía, cuyo desarrollo normativo lleva meses paralizado. La organización sindical pide que dicha ley incorpore medidas efectivas y justas: Refuerzo del parque público de vivienda protegida y en alquiler asequible; Regulación del mercado del alquiler con criterios vinculados a los salarios reales; Ayudas y moratorias para las familias con dificultades económicas y mecanismos de prevención de ejecuciones hipotecarias y mediación previa.

Reiteramos nuestro compromiso con el derecho a una vivienda digna, accesible y adecuada. Andalucía no puede seguir encabezando el ranking de ejecuciones hipotecarias mientras se retrasa la acción política. Es hora de tomar decisiones valientes que pongan por delante el bienestar de las personas trabajadoras.