No puede haber justicia social sin empleo digno, estable y justamente remunerado

"No puede haber justicia social sin empleo digno, estable y justamente remunerado"

Así lo ha manifestado el secretario general de UGT Andalucía, Oskar Martín, que ha intervenido este martes en la inauguración 17º Congreso de UGT de Cataluña, que tendrá lugar los días 21, 22 y 23 de enero, en el Teatro Monumental de Mataró bajo el lema "Queremos más". Este año, el congreso se celebra en la capital del Maresme ya que hace 137 años fue la ciudad en la que se ideó la creación del sindicato de UGT.

21/01/2025 |

Imagen noticia

En su intervención, Martín ha señalado que “más de quinientos mil andaluces y andaluzas viven y trabajan en Catalunya. Se sobrepasa el millón si hablamos de ciudadanía con descendencia andaluza. Entre ambos territorios siempre ha existido una relación estrecha, viva y tejida a base de infinitos lazos familiares.  Histórica ha sido también fraternidad mantenida entre ambas organizaciones, y es por ello por lo que quiero agradeceros la oportunidad de dirigirme a este Congreso. Un congreso que viene a celebrarse en un momento en que los desafíos sociales, económicos y políticos nos interpelan con urgencia”.

“Un momento importante y en un lugar emblemático para el movimiento sindical como es Mataró, donde se celebró aquel Congreso de las Clases Trabajadoras que fuera semilla de la UGT. Congresos como el vuestro, son una oportunidad idónea para renovar el compromiso que compartimos: construir una sociedad más justa, más igualitaria, más verde y más solidaria”.

“Desde Andalucía, queremos trasladaros un mensaje claro: necesitamos cimentar un Sindicato fuerte, unido y decidido a plantar cara a quienes quieren devolvernos a tiempos de desigualdad, precariedad y exclusión. Porque la amenaza de la ultraderecha es real y las y los sindicalistas de clase tenemos la obligación moral de pararles los pies”.

Oskar Martín ha señalado que “no puede haber justicia social sin empleo digno, estable y justamente remunerado. La precariedad no es un fenómeno inevitable; es el resultado de políticas neoliberales que priorizaron los beneficios empresariales sobre los derechos de las personas. El trabajo no puede ser fuente de pobreza, ni nos puede costar la vida. Es por ello que hay que terminar de impulsar la reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales, sin pérdida salarial. No es una utopía; y menos en un contexto en el que la tecnología permite redistribuir el tiempo de trabajo”.

“Además de reducir la jornada, tenemos que incrementar los salarios de manera socialmente responsable, para que ningún trabajador o trabajadora quede por debajo del umbral de la pobreza. No puede ser que el peso de los salarios en el PIB cada vez diste más del de los beneficios empresariales. No se puede seguir alimentando la brecha que nos separa de lo que perciben los directivos y directivas. No basta con legislar. Necesitamos un sistema de inspección laboral reforzado, con recursos humanos y materiales suficientes para combatir el fraude laboral”.

Oskar Martín también ha manifestado que “la siniestralidad laboral deja, a su paso, un reguero de tragedias familiares. Porque estos accidentes no son inevitables; son el resultado de empresas que priorizan sus beneficios sobre la seguridad de sus trabajadores. Y en un mercado laboral con el despido convertido en norma, la indemnización por despido continúa siendo insuficiente e injusto. Hay que incrementar las indemnizaciones, revisar las causas y continuar fortaleciendo la estabilidad laboral con nuevas políticas activas de empleo y con sanciones más duras”.

IMPORTANCIA DE UNA TRANSICIÓN DIGITAL JUSTA

El secretario general de UGT Andalucía, ha advertido también en su intervención que “la transición digital tiene que ser una oportunidad, y no una nueva amenaza que ensanche brechas sociales. Porque la digitalización está transformando nuestras vidas a un ritmo vertiginoso, pero también está generando nuevas formas de desigualdad y nuevos retos antes los que el sindicalismo de clase apuesta por medidas como la regulación de las plataformas digitales o el derecho a la desconexión digital. Para hacer justa esta transición digital precisamos de formación, para que nadie quede atrás en este proceso. La digitalización debe estar al servicio de las personas, no al revés”.

“También tenemos que dedicar parte de nuestra acción sindical a trabajar por dotar a la política de vivienda de la importancia que merece. Una importancia traducida en un mayor presupuesto y en políticas más eficaces. La especulación inmobiliaria sigue imposibilitando la emancipación de las personas jóvenes; aumentan las personas sin hogar y cada vez son mayores las dificultades que encontramos los trabajadores y trabajadoras para poder acceder a una vivienda. Tenemos que recuperar la función social de la vivienda”, ha concluido.