Oskar Martín clausura el curso de IA y empleo, advirtiendo del riesgo de precarización laboral, control algorítmico y desigualdad
Durante dos días UGT Sevilla ha celebrado, en el marco de 23ª edición de Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide, el curso "Introducción a la Inteligencia artificial y su impacto en el empleo". En la clausura ha participado el secretario General de UGT Andalucía, Oskar Martín, quien ha agradecido que ofreciera su sede y su colaboración al director de la UPO, Francisco Oliva, así como a los investigadores e investigadoras que han intervenido, responsables institucionales, periodistas y compañeros y compañeras de UGT.
Oskar Martín ha asegurado que “la Inteligencia Artificial no es el futuro, es el presente. Y como todo avance tecnológico, no es neutro. Puede estar al servicio de la concentración de poder o de la redistribución justa. Puede servir para precarizar o para emancipar. Puede destruir empleo… o crear un nuevo mundo del trabajo más humano”.
En Andalucía, la inteligencia artificial ya está reconfigurando sectores enteros: desde la agricultura de precisión en el campo andaluz, hasta el análisis predictivo en la logística y los algoritmos en la selección de personal en grandes empresas. La IA está afectando ya a la organización del trabajo, a la duración de las jornadas, a los ritmos y cargas laborales, a la evaluación de desempeño, e incluso, a la contratación y despido automático.
La IA no es solo una herramienta: es también un campo de poder. Y como cualquier poder, si no se regula, perpetúa desigualdades.
Si se hace bien, podemos generar empleos de calidad ligados a la tecnología, con valores, democratizar el acceso a la innovación, y situar a Andalucía en la vanguardia de una transformación digital con rostro humano.
Entre los ponentes del curso ha estado el secretario de Sectores Emergentes de UGT Andalucía, Pablo Sánchez, quien ha asegurado que “hablamos de inteligencia artificial, sí, pero en el fondo hablamos de algo mucho más humano: el trabajo, los derechos y el tipo de sociedad que estamos construyendo”.
La inteligencia artificial, por muy deslumbrante que parezca, no deja de ser una tecnología. Y como toda tecnología, no es neutra: nace en un contexto, responde a intereses, y tiene consecuencias. Por eso estamos aquí: para mirar más allá del "cómo funciona", y entrar en el "para qué sirve" y "a quién beneficia".
“Cada día que pasa lo tengo más claro: sin una mirada ética y social, la tecnología corre el riesgo de convertirse en una herramienta de exclusión más que de progreso”.
Por eso, el sindicalismo de clase en general y la UGT en particular debe estar presente en todos los espacios donde se piense, se desarrolle, se aplique o se legisle sobre inteligencia artificial en el ámbito laboral. Porque si no estamos, otros decidirán por nosotras y por nosotros. Y no siempre lo harán desde la defensa del bien común.
Hablar estos días de todos estos temas es importante: es importante porque en los tiempos que corren, el conocimiento compartido es una forma de resistencia. Es importante porque en tiempos de automatización y algoritmos, lo verdaderamente revolucionario sigue siendo lo humano: la solidaridad, la conciencia crítica y la organización colectiva por encima individualismo.
“Ojalá el curso nos sirva para recordar que, en medio del ruido digital, la dignidad del trabajo debe seguir teniendo la última palabra”.
El curso, organizado por Antonio Ortiz, vicesecretario General, Administración, Formación, Memoria Histórica de UGT Sevilla, ha contado, entre los ponentes con la secretaria de Políticas Europeas de UGT Confederal, María del Carmen Barrera, quien ha desarrollado la Ley IA Europea. Además, ha señalado que “Europa ha respondido a los retos de la IA con Ley de Servicios Digitales, la Ley de Gobernanza de Datos y la Ley de Control de Riesgos. La IA es una nueva forma de poder y debe tener una Gobernanza en la que participen los sindicatos el diseño y uso de la IA y una negociación colectiva específica”.