Hay que garantizar que los beneficios del crecimiento lleguen a todos los trabajadores
Publicados los datos consolidados de la Contabilidad Nacional Trimestral (INE) correspondiente al primer trimestre de 202, constatamos que el Producto Interior Bruto (PIB) de España registró un crecimiento del 0,8% respecto al trimestre anterior, superando en una décima el incremento del trimestre previo. La variación interanual del PIB fue del 2,5%, comparado con el 2,1% del trimestre precedente. Tanto la demanda nacional como la externa contribuyeron al crecimiento del PIB, con aportes de 2,3 y 0,2 puntos respectivamente. El empleo y la productividad también presentaron resultados significativos en este periodo.
El PIB en términos de volumen aumentó un 0,8% en el primer trimestre en comparación con el cuarto trimestre de 2023, cuando había crecido un 0,7%.
La variación interanual del PIB fue del 2,5% en el primer trimestre, una mejora de cuatro décimas respecto al 2,1% del trimestre anterior.
Si bien el crecimiento del PIB del 0,8% en el primer trimestre es positivo, es importante destacar que se trata de una cifra modesta y que la tendencia es a la desaceleración. La demanda externa ha sido el principal motor del crecimiento, mientras que la demanda interna ha quedado algo relegada.
La previsión de crecimiento del PIB para el conjunto del año se ha reducido ligeramente, lo que indica que la incertidumbre económica sigue siendo elevada.
Los riesgos para la economía española siguen siendo importantes, entre ellos la guerra en Ucrania, la alta inflación y la posible recesión en la zona euro.
El crecimiento del empleo (3,4%) es positivo, pero no se traduce en una mejora de la productividad, que incluso ha retrocedido en términos interanuales. Esto significa que las empresas están creando empleos, pero no están siendo más eficientes. Esto podría ser un indicio de que la calidad del empleo que se está creando no es la mejor.
La remuneración de los asalariados ha crecido un 8,3% en términos interanuales, una cifra que parece positiva. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los precios también han subido considerablemente (el deflactor del PIB ha crecido un 3,2%). Esto significa que el poder adquisitivo de los trabajadores no ha aumentado tanto como podría parecer a primera vista.
Desde la perspectiva de UGT, estimamos necesario que se implementen políticas que impulsen el crecimiento económico de forma sostenible y justa. Estas políticas deberían centrarse en aumentar la inversión en I+D y en educación para mejorar la productividad y la competitividad de la economía española.
Hay que fomentar la creación de empleo de calidad, con salarios dignos y condiciones laborales decentes y fortalecer la negociación colectiva para que los trabajadores tengan más poder a la hora de negociar sus salarios y condiciones laborales.
Es importante que el gobierno y los agentes sociales trabajen juntos para hacer frente a estos desafíos y construir una economía más fuerte y justa para todos, todo ello para que impulsen el crecimiento económico de forma sostenible y justa, y que garanticen que los beneficios del crecimiento lleguen a todos los trabajadores.