Según Raquel Serrano, “hoy en día nuestra sociedad es global, está en continuo movimiento, las personas trabajadoras tienden a movilizarse a la hora de buscar trabajo en busca de mejores condiciones laborales y como consecuencia tener mejores condiciones de vida que en sus países de origen, normalmente con extrema pobreza o guerras”.

“En países como España tenemos ese claro ejemplo, ya sea por el idioma, como en el caso de las personas de países suramericanos o por la proximidad en el caso de los países del Magreb, somos elegidos como país de entrada o de destino, en el que las personas buscan sus segundas oportunidades”, ha explicado.

“Encontramos entre estas personas mucho talento desperdiciado, ya que, un número importante de ellas, dispone de titulaciones, incluso universitarias, obtenidas en su país de origen, que al no poder ser homologarlas equiparar sus titulaciones obtenidas en sus países de origen con las que existen en España, se ven abocados a trabajar en puestos de trabajo de baja cualificación, lo que hace que perdamos talento, que sería esencial para nuestra economía”.

“Un objetivo que nos deberíamos marcar es facilitar esa homologación en la formación de esas personas que llegan a nuestro país, ya que las trabas burocráticas y los tiempos de espera, que estimados en más de 100.000 expedientes, ya hay creado una plataforma de afectados, que lleva en marcha desde 2017, pueden resultar muy desalentadores”.

“Desde UGT Andalucía, una de las actividades que realizamos con estas personas es informales sobre el procedimiento de la acreditación de competencias profesionales, es decir, qué pasos deben seguir para acreditar tanto su formación no formal como su experiencia profesional en nuestro país y así poder obtener el certificado de profesionalidad que le habilita, con titulación, para trabajar en un puesto de trabajo concreto, en cualquier país de la Unión Europea”.

Las mujeres extranjeras tienen una enorme doble brecha, por ser mujeres y por ser extranjeras. Si comparamos los salarios de mujeres y hombres extranjeros la brecha es del 15,38%, puesto que en ambos casos los salarios son bajos. Las mujeres extranjeras ganan un 24,60% menos que las mujeres españolas y un 39,63% menos que los hombres españoles, por lo debemos hacer un esfuerzo desde todos los sectores de la sociedad para revertir estos datos, si conseguimos que estas mujeres tengan una formación certificada que les permita acceder a puestos de mejor calidad dentro de su actividad laboral conseguiremos que estos datos se vayan reduciendo y que la calidad de vida de estas personas mejore”.