Según los datos oficiales publicados hoy por el INE, la economía andaluza finalizó el quinto mes del año con una subida de 2 décimas, en el nivel general de precios, con respecto al alcanzado en abril, el porcentaje es una décima superior al del Estado (0,1%).

A pesar de ello, Andalucía ve reducida su tasa interanual hasta el 2,1%, 1 décima por encima de la estatal (2,0%), pero 1 décima por debajo de la registrada el mes pasado (2,2%).

Por su parte, la inflación subyacente decrece y se sitúa en el 2,2%, 1 décima inferior a la registrada en abril e igualando la subyacente estatal (2,2%).En términos interanuales, todos los grupos excepto Transporte (-2,1%) y Ocio y cultura (-0,2%), presentan incrementos de precios con respecto a mayo de 2024. Los mayores aumentos son ahora los de Vivienda (5,3%), Hoteles y restaurantes (4,5%).

En cuanto a la evolución en los últimos doce meses, los precios se siguen incrementando en todas las provincias andaluzas siendo los datos de Málaga (2,7%) y Cádiz (2,4%), los más destacados. En sentido opuesto, Almería (1,6%) y Granada (1,7%) han sido las provincias con las interanuales más reducidas. De esta forma, la brecha interprovincial se sitúa en 1,1 puntos, 3 décimas menor a la obtenida en el mes de abril.

Es de destacar que, en la última década, mayo se ha caracterizado por traernos ciertos incrementos mensuales de precios. Con aumentos en los precios que han llegado incluso a alcanzar el 0,9%. Así, el incremento de dos décimas conocido hoy se mantiene en la tendencia habitual de los últimos años a estas alturas del ejercicio económico.

Si observamos lo acontecido a lo largo de los últimos cinco años, podemos comprobar cómo entre 2020 y la actualidad, el incremento acumulado de los precios ha sido de un 14%. Durante este mismo periodo, el incremento salarial pactado en los convenios apenas si ha sido de un 8%, por lo que la pérdida de poder adquisitivo de las personas trabajadoras se situaría en torno a los 6 puntos.

Esta situación es inasumible y genera una serie de perjuicios para el conjunto de la economía que un modelo como el andaluz, con un elevado peso del consumo interno, no se puede permitir. Por ese motivo, abogamos por continuar trabajando en la inclusión de cláusulas de revisión salarial efectivas en todos los convenios que nos ayuden a salvaguardar la capacidad de compra del conjunto de la clase trabajadora andaluza.

El precio de la vivienda, tanto en la modalidad de compra, como en la de alquiler, que sí viene recogida en el IPC, continúa desplazando fuera del mercado a un elevado porcentaje de la población andaluza que, además, no recibe respuesta a sus demandas y a sus necesidades habitacionales, por parte del mercado de vivienda protegida. Es fundamental reforzar la política regional y estatal de vivienda protegida para así hacer del derecho a la vivienda en Andalucía un derecho real.

Finalmente, desde UGT Andalucía estamos muy preocupados por el efecto real, especialmente en términos inflacionistas, que la política arancelaria de EEUU puede tener sobre la UE en general y, muy especialmente, sobre el sector agroalimentario andaluz. Desde nuestra Organización Sindical, abogamos por hacer frente a este convulso escenario geopolítico desde el Diálogo Social, desde el consenso y desde la búsqueda de soluciones en común.

 

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