En la mañana de hoy hemos conocido el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo para el mes de mayo, elaborado por el INE. El dato publicado muestra que los precios se mantendrían constantes (0,0%) con respecto al valor alcanzado el pasado mes de abril. De esta forma, la tasa mensual caería 6 décimas con respecto a la registrada en abril (0,6%). A su vez, este indicador también sería 3 décimas menor que el aumento de precios al experimentado a estas alturas de 2024, cuando los precios subieron un 0,3%.

De confirmarse estos datos a mediados del próximo mes de junio, la tasa interanual de inflación se reduciría hasta el 1,9%, 3 décimas inferior al 2,2% que se alcanzara en el pasado mes de abril. Con ello, la brecha con la inflación subyacente se mantendría en 2 décimas, tras reducirse ésta al 2,1%, frente al 2,4% en que se sitúo el mes pasado.

El mes de mayo tradicionalmente es un mes dado a registrar importantes incrementos en el nivel general de precios. De hecho, en los últimos 16 años, sólo en dos ocasiones se registraron descensos de precios. A pesar de ello, es significativo también que, a lo largo de este periodo, hasta en 5 ocasiones los precios se hayan mantenido constantes.

Según los datos adelantados hoy, tal como también ocurriera el mes pasado, se volvería a minorar el ritmo de crecimiento de la inflación interanual, que ahora desciende hasta el 1,9%. De esta forma, es importante destacar que, tras 6 meses consecutivos por encima, este importante indicador pasa a situarse por debajo del objetivo histórico de control de inflación del BCE (2,0%).

Tres son los principales causantes de este nuevo descenso de la inflación interanual. En primer lugar, el abaratamiento registrado en los productos de ocio y cultura. Junto a ello, aunque afectando en menor medida, se daría también el caso de que el transporte vería descendido sus precios en mayor medida de lo que lo hiciera en mayo de 2024 y que el incremento en el precio de la electricidad también sería menor que el que sufrimos a estas alturas del pasado año.

A pesar de lo importante que resulta situarnos por debajo de esa barrera del 2% de inflación, es fundamental que los convenios colectivos incorporen incrementos de precios por encima del IPC real que podamos registrar a la finalización del año, porque esa es la única forma de devolver a nuestras retribuciones las garantías de suficiencia que precisan.

Además, en la actualidad, apenas un tercio de los convenios alcanzados en nuestro ámbito de negociación contienen cláusulas de garantía salarial, un porcentaje que, aunque está creciendo, todavía es muy reducido y que tenemos que elevar a través del fortalecimiento de la negociación colectiva.