Las condiciones de trabajo son clave en la prevención del suicidio en el ámbito laboral
UGT considera esencial que las empresas establezcan medidas y protocolos protejan a las personas trabajadoras y que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que se está negociando en el dialogo social incluya los problemas de salud mental de la clase trabajadora.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 720.000 personas fallecen cada año por suicidio en el mundo, una realidad que tiene mayor afectación entre los jóvenes, convirtiendo el suicidio la tercera causa de defunción entre las personas de 15 a 29 años.
En nuestro país, según datos provisionales del INE de 2024, se produjeron 3.846 muertes por suicidio, y aunque esto supone un descenso de 6,6% con respecto a 2023, unas cifras absolutamente intolerables.
No existe una única causa del suicidio, influyen múltiples factores sociales, psicológicos o ambientales. La depresión, las adicciones o los intentos previos son factores de riesgo, pero la OMS señala otras causas probadas como vivir en situación de guerra; los desastres naturales; sufrir violencia o abusos, entre otros.
Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos de personas vulnerables o que sufren discriminación como los refugiados y migrantes, los pueblos indígenas, el colectivo LGTBI o los reclusos.
En cuanto a la esfera de lo laboral, existen ciertas ocupaciones que presentan mayores tasas de suicidios, un hecho parece estar relacionados con la exposición a situaciones estresantes o violentas y la facilidad de acceso que tengan a armas de fuego, medicamentos o pesticidas.
El suicidio es un serio problema de salud pública, pero también de salud laboral
Desconocemos con precisión la magnitud de este grave problema en la esfera laboral, más allá de los casos que afloran en la prensa y en los tribunales, por lo que todavía queda mucho por hacer en la mejora de la detección de las causas de fallecimiento y del registro.
Lo cierto es que no siempre los suicidios en los que influyen factores laborales terminan siendo reconocidos como contingencia profesional, aun así, en nuestro país ya hay algunas sentencias que reconocen el suicidio como accidente de trabajo.
Las condiciones laborales pueden influir en la incidencia de los problemas mentales entre la población trabajadora, de hecho, el 73% de los suicidios en 2021 ocurrió en países de ingresos bajos o medianos. Por ello, desde UGT recordamos la importancia de que las empresas cumplan con la normativa en prevención de riesgos laborales, incluyendo la gestión de los riesgos psicosociales y organizativos, para proteger la salud mental de sus plantillas.
En este sentido, desde el sindicato seguimos reivindicando la actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para dar cabida a esta problemática que regule la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas. Además, consideramos urgente que se actualice el listado de enfermedades profesionales español ya que no recoge ninguna patología de este tipo.
Las empresas deben realizar evaluaciones de riesgos psicosociales y aplicar las medidas preventivas necesarias para evitar daños a la seguridad y salud de las personas trabajadoras. Deben evitarse el estrés laboral, el acoso laboral o el síndrome del trabajador quemado, entre otros riesgos.
La información y formación para detectar pensamientos o conductas suicidas en el entorno laboral y saber cómo actuar supondría una herramienta útil en la prevención. Es importante saber detectar señales de alerta, por ejemplo, durante conversaciones en el entorno laboral.
Implantar protocolos contra el suicidio en las empresas
Unido a lo anterior, hay que destacar la implantación de protocolos contra el suicidio, negociados junto con la representación legal de las personas trabajadoras, en los que se incluyan, entre otras cosas, una línea de ayuda inmediata, soporte o ayuda psicológica para aquellas personas trabajadoras que lo necesiten, campañas de sensibilización frente a este problema y procedimientos de seguridad en los casos en los que haya riesgo de suicidio que incluyan el seguimiento de la persona en riesgo y su reintegración en la empresa. Es también necesario, para los casos en los que se produzca el suicidio, incluir un plan de acompañamiento y duelo para la plantilla.
Nuestra sociedad no puede permitirse que las personas trabajadoras sean víctimas de un suicidio sin que hayan sido implementadas medidas que hubieran podido evitar el fallecimiento. Las condiciones laborales están detrás de muchos de los casos de personas que ven en el suicidio la única opción de acabar con su sufrimiento. Está en nuestra mano prevenir y evitar este inmenso sufrimiento evitable.