La única conductora de autobús de larga distancia de la empresa Alsa, llamada Encarna Aznar, fue despedida en agosto de 2023 por hacer dos paradas no autorizadas en su ruta Almería Valencia, debido a una hemorragia derivada de la endometriosis que padece. Esto es una discriminación directa por razón de sexo, puesto que una situación así no es posible que le pase a ningún hombre por cuestiones obvias. Incluso nos preguntamos si la empresa hubiera actuado igual si un conductor hubiera sufrido una situación comparable, con otro tipo de indisposición, por ejemplo.

Una empresa masculinizada, donde solo hay una mujer, y cuando esa mujer tiene una situación derivada del hecho de ser mujer como es tener la regla o problemas con esta, la despiden. Por lo que dicen algunos medios, la situación laboral de Encarna en la empresa era complicada con anterioridad, ya que ella venía reclamando dietas y turnos que consideraba no eran similares a sus compañeros.

Es una tónica habitual escuchar a cada vez más personas que la igualdad ya existe, que las reivindicaciones feministas son exageradas o no tienen razón de ser, eso sin entrar en el manido dicho que el feminismo es lo contrario del machismo, que lo único que demuestra es el enorme desconocimiento que aún se tiene de lo que es o no es feminismo.

Luego nos preguntamos las razones por las que hay sectores masculinizados, porque las mujeres no trabajan en determinados sitios o empresas, luego nos preguntaremos para qué sirven los sindicatos, y para qué sirve el feminismo. Pues para impedir que injusticias como esta sucedan, para impedir que haya impunidad ante las empresas que consideran a las mujeres trabajadoras de segunda.