La inflación vuelve a sacudir el poder adquisitivo de unas dañadas economías domésticas
En la mañana de hoy hemos conocido el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo, elaborado por el INE. El dato publicado muestra un nuevo incremento de los precios con respecto al valor de agosto. En esta ocasión, el 0,2% de tasa mensual registrada por el indicador general de precios nos hace encadenar ya ocho meses consecutivos sin que los precios bajen. Además, este aumento de los precios sería muy superior al descenso que se alcanzara a estas alturas del año pasado (-0,7%), aunque resulta ser tres décimas menor al registrado en el pasado mes de agosto, cuando los precios se encarecieron medio punto.
De confirmarse estos datos a mediados de octubre, la tasa interanual de inflación se incrementaría de manera muy destacada, hasta el 3,5%, con respecto a la alcanzada durante el pasado mes de mayo (2,6%). Por el contrario, la brecha con la inflación subyacente se vería ampliamente reducida ya que esta última ha visto descendida tres décimas su tasa interanual, siendo ahora del 5,8%.
Septiembre tradicionalmente es un mes dado a registrar ciertos incrementos en el nivel general de precios al situarse tras la finalización del periodo de rebajas. De hecho, en los últimos catorce años, solo en tres ocasiones ha habido descensos de precios en este noveno mes del año, siendo especialmente destacado el de siete décimas registrado en septiembre del año pasado.
Según los datos adelantados hoy, como también ocurriera el mes pasado, consolidamos la tendencia a la baja que se venía dando desde mediados del pasado año y que nos ha hecho descender desde el 10,8% al 1,9% actual, el valor más bajo en todo lo que llevamos de año.
Aun así, la distancia entre la inflación general y la subyacente se vuelve a ver elevada por lo que toda la valoración no puede ser positiva. Si el mes pasado la distancia entre ambos indicadores era de 2,9 puntos, de confirmarse estos datos pasaría a situarse ahora en 4 puntos volviendo a demostrar lo desmesurado de los beneficios extraordinarios que se están llevando muchas empresas que se niegan a reducir los precios finales de venta a pesar de haberse abaratado los costes de sus materias primas.
La recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras de nuestra tierra es un elemento fundamental de cara a la generación de riqueza y al reparto más justo de la misma. Por este motivo, tenemos que continuar profundizando en las medidas de control de inflación y en la política de mejora de nuestras retribuciones por dos vías fundamentales: el progresivo aumento anual del SMI y la mejora de los incrementos salariales pactados en convenio. Con mayores salarios y con una mayor capacidad de compra mejora la economía en general.
Valoración de Julián Vileya, secretario de Relaciones Laborales y Empleo de UGT Andalucía