Han pasado más de seis décadas desde que este día comenzara a celebrarse en honor al científico Hugh Hammond y, desgraciadamente, a pesar de las evidencias científicas, todavía es necesario llevar a cabo una importante labor de concienciación social.

Administraciones, agentes económicos y sociales, y el conjunto de la ciudadanía en general, debemos ser conscientes de que el cuidado de nuestros suelos es una cuestión prioritaria desde el punto de vista medioambiental, pero también económicamente fundamental, ya que un suelo de mayor calidad, un suelo sano, fértil y no contaminado siempre es más productivo.

Nuestros suelos no son sólo el soporte de la vida, también sirven para proporcionarnos alimentos y dependiendo de cómo lo tratemos y de cómo hagamos uso de él, contaremos con una tierra más o menos productiva y, por tanto, con una agricultura y una economía más o menos sostenible.

Por este motivo, es insostenible que en Andalucía se continúen llevando a cabo actuaciones que contribuyen a la erosión de nuestros suelos y que elevan las ya de por si insostenibles zonas de suelos contaminados que tenemos en nuestra Comunidad Autónoma. Por ese motivo, desde nuestro Sindicato abogamos por emprender un profundo proceso de reflexión sobre la importancia de nuestros suelos y sobre el hecho de que la desertificación es una amenaza real que debe ser incluida en las fases de diseño de todas las políticas socioeconómicas.

La degradación de los suelos es un fenómeno puede ocurrir de forma natural, pero no podemos tolerar que la acción de los seres humanos acelere este fenómeno hasta en 10 veces, como alertan algunos estudios, provocando efectos catastróficos irreparables.

En este sentido, desde UGT Andalucía, entendemos que tres son los objetivos fundamentales que debemos marcarnos en esta materia: acabar con la deforestación causada por la tala indiscriminada de bosques y recuperar nuestras masas forestales; prohibir los usos desequilibrados del suelo, sobre todo ahora que los periodos de sequías son cada vez más continuos y prolongados, evitando así que puedan llegar a degradarse de manera irreversible; y regular el uso de la mecanización y de unas tecnologías con capacidad para transformar gravemente el suelo, tanto por la contaminación de productos químicos como aceites o carburantes, como acelerando el propio proceso de erosión.

Para poder alcanzarlos, tenemos que comenzar ya a avanzar en uno de los aspectos que, a juicio de nuestro Sindicato, más relevancia tiene en una tierra como Andalucía, el dotarnos de unos criterios de reparto y de reasignación del agua disponible socialmente justos. Como la transición ecológica o la digital, la transición hídrica tiene también que ser justa y para ello necesitamos implementar, de manera consensuada con el conjunto de actores y partes interesadas, actuaciones de discriminación positiva a favor de la agricultura familiar, social, sostenible y generadora de empleo de calidad frente al modelo de las grandes explotaciones intensivas.

La UE es consciente de la importancia de lograr la salud de todos los suelos europeos y así lo ha establecido como objetivo a 2050. El proyecto de construcción de la Europa de los Derechos Sociales no puede sustentarse en unos suelos que, en un 60% de los mismos, son insalubres. Para favorecer la salud de los suelos europeos, se pretende establecer un marco de vigilancia sólido para todo el territorio europeo, cuya efectividad va a depender de su desarrollo paralelo tanto a nivel estatal, como regional; y de que se acompañe de un importante esfuerzo presupuestario que incremente el empleo público dedicado a la vigilancia de la conservación y el cuidado de nuestros suelos, de los espacios protegidos y de la naturaleza en general.

Además, como agente social más representativo, abogamos por la implementación de planes, programas y actuaciones, desde todos los niveles de Administración Pública, encaminados a mejorar y cuidar la salud de nuestros suelos, ya que son un elemento fundamental para proteger la biodiversidad, para combatir el cambio climático y para propiciar una economía y una forma de generar empleo de calidad sostenibles.

En definitiva, aprovechando la celebración de este día, desde UGT Andalucía queremos manifestar nuestro más firme compromiso con la conservación de nuestros suelos, con la necesidad de mitigar los efectos del cambio climático sobre el mismo, así como con la protección del planeta, sus ecosistemas y su biodiversidad.

Luchar contra la desertificación, invertir la degradación de las tierras y aumentar la masa forestal son ya objetivos básicos de nuestra lucha sindical. Una lucha sindical que ha entendido que, la sostenibilidad de la economía es un elemento más a tener en cuenta a la hora de favorecer mejores condiciones de vida y un futuro más próspero para la ciudadanía y para el conjunto del planeta.