El 23 de agosto y la Persistencia del Legado de la Esclavitud

El 23 de agosto y la Persistencia del Legado de la Esclavitud

El 23 de agosto marca el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, una fecha que conmemora no solo la resistencia heroica de quienes sufrieron el yugo de la esclavitud, sino también la lucha continua por la justicia y la igualdad. Este día, proclamado por la UNESCO, recuerda la noche del 22 al 23 de agosto de 1791, cuando estalló la insurrección en Santo Domingo, hoy Haití y República Dominicana, que desencadenó los eventos que llevaron a la abolición del comercio transatlántico de personas.

23/08/2024 |

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La trata de esclavos fue un fenómeno de transporte forzoso de millones de africanos hacia América y otras partes del mundo, configurando un sistema de explotación brutal que dejó profundas cicatrices en las sociedades involucradas. Desde los puertos africanos hasta las plantaciones en América, las rutas trazadas por los esclavistas moldearon tanto la economía como la demografía de continentes enteros. Este comercio no solo implicó la brutal deshumanización y sufrimiento de millones de personas, sino que también tuvo consecuencias duraderas, incluyendo la formación de ricas culturas afrodescendientes que han influido de manera significativa en la música, la literatura y otras formas de expresión cultural. Estas contribuciones han dejado un legado cultural que sigue siendo una parte integral de la identidad de muchas naciones, resaltando la resiliencia y creatividad de las comunidades afectadas.

Aunque la historia de la esclavitud en España no es tan conocida como la de otros países, es crucial reconocer su impacto. Durante siglos, España participó activamente en la trata de esclavos, tanto en la península ibérica como en sus colonias americanas. Este comercio fue impulsado por el imperio español que, a través de la Casa de Contratación de Sevilla, reguló la llegada de esclavos africanos. En América, los esclavos fueron utilizados en plantaciones de azúcar y minas de oro, donde las condiciones inhumanas y las altas tasas de mortalidad eran la norma.

Estas prácticas no solo fueron aceptadas socialmente, sino que se institucionalizaron en la estructura legal y económica del país. Esta historia, aunque dolorosa, es esencial para comprender las dinámicas de poder y desigualdad que aún persisten.

La abolición de la esclavitud, formalizada en tratados internacionales y leyes nacionales, fue un paso monumental hacia la justicia. Sin embargo, las prácticas esclavistas no terminaron con estas legislaciones. La esclavitud moderna, bajo formas como el trabajo forzoso, la trata de personas y la explotación infantil, persiste en diversas partes del mundo. Hay necesidad de una vigilancia continua y de acciones concretas por parte de los gobiernos y la sociedad civil para erradicar estas prácticas.

El reconocimiento de la historia de la esclavitud es esencial para entender las desigualdades raciales y sociales actuales. La discriminación racial, los estereotipos y las barreras sistémicas que enfrentan las personas de ascendencia africana son legados directos de la esclavitud. Las Naciones Unidas han destacado repetidamente que el racismo y la xenofobia son desafíos globales que requieren una respuesta concertada. En este sentido, la conmemoración del 23 de agosto no solo honra a las víctimas del pasado, sino que también impulsa un compromiso renovado hacia la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

Y esto es esencial no olvidarlo porque aún hoy hay muchas personas que desgraciadamente siguen siendo víctimas del trabajo forzoso. Mayoritariamente se encuentran en África, Asia y América Latina, cuya vulnerabilidad se explota con fines de lucro. Sin embargo, más de 350.000 mujeres y hombres sufren también de trabajo forzoso en países industrializados, víctimas de trata para explotación laboral o sexual.

Por ello, desde UGT Andalucía y la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (FUDEPA) aprovechamos esta jornada, para promover el cumplimiento de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y de ejecutar eficazmente los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, reconocidos por la OIT como piedra angular para que el logro del progreso social vaya a la par del progreso económico y el desarrollo. Estos Principios y Derechos fundamentales son un instrumento promocional mediante el cual los mandantes de la OIT -gobiernos, empleadores y trabajadores- reafirman estos principios consagrados en la Constitución de la Organización. Recordemos que éstos son:

-       Libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva.

-       Eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio.

-       Abolición efectiva del trabajo infantil.

-       Eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

Por todo ello, este 23 de agosto, desde UGT Andalucía y FUDEPA, invitamos a toda la ciudadanía a reflexionar sobre un pasado doloroso y a comprometernos con un futuro de justicia y equidad. La historia de la esclavitud y su abolición es una lección de la capacidad humana tanto para la crueldad como para la resistencia y la redención. En este día, al recordar a las víctimas de la esclavitud, también reafirmamos nuestro compromiso de combatir todas las formas de discriminación y explotación. La educación, la memoria y la acción colectiva son nuestras herramientas más poderosas para asegurar que nunca más se repita una tragedia de tal magnitud.