Por grupos, vestido y calzado (2,2%), aunque en menor medida que el mes pasado, vuelve a ser el grupo que más ha visto ha incrementados sus precios, consecuencia de la nueva temporada de moda. Por el contrario, Ocio y cultura (-1,7%) y Transporte (-1,2%), han sido los únicos grupos que han visto reducido el precio de sus productos durante este mes.

En los últimos doce meses, solo han descendido los precios en los grupo menaje (-0,5%) y vestido y calzado (-0,3%) mientras que, los mayores incrementos de precios son los protagonizados por vivienda (6,1%) y transporte (3,5%).

Por provincias, durante el pasado mes de mayo, los precios se incrementaron en tres de ellas: Jaén, Málaga y Sevilla (las tres un 0,1%). Por el contrario, se redujeron dos décimas en Almería y una en Cádiz y Córdoba. En las dos provincias restantes, Granada y Huelva, han mantenido sus precios constantes, al igual que en el conjunto de Andalucía.

A lo largo del último año, en todas las provincias se han incrementado los precios. Málaga, Almería (ambas 2,1%) destacan por ser las provincias más inflacionista y Granada (1,6%) la que menos. De esta forma, las diferencias interprovinciales se mantienen constantes en cinco décimas.

En cuanto a los alimentos de primera necesidad, durante el pasado mes de mayo, las frutas  frescas (7,8%), junto con los aceites y grasas (2,9%), registraron los incrementos de precios más destacados. Por el contrario, es de reseñar igualmente el abaratamiento de productos como las legumbres y hortalizas frescas (-11,9%) o, en menor medida, las patatas y sus preparados (-1,4%).

En términos interanuales, los crustáceos, moluscos y preparados de pescado (5,1%) y las frutas frescas (5,0%), son los más inflacionistas. El azúcar (-3,4%) y la carne de ovino (-1,7%), continúan un mes más siendo los grupos con los descensos de precios más pronunciados con respecto al mismo mes del pasado año.

Otras cuestiones que, además del Índice General de Precios, afectan a nuestro poder adquisitivo de forma importante:

o             Tras el incremento del mes pasado, los carburantes han vuelto a descender, aunque levemente, durante el pasado mes de mayo. De esta forma, el diesel, ha pasado de 1,123 € al finalizar abril o a 1,102 € el 31 de mayo. Además, a mediados de mes alcanzó su precio más bajo, 1,066 euros el litro.

o             El Euribor a un año, vuelve a reducirse con respecto al mes pasado y pasa a situarse en el -0,127, muy por debajo, a su vez, del -0,013 en el que se situaba en mayo del pasado año. Nuevamente, las revisiones de nuestras cuotas hipotecarias continúan siendo a la baja y dando un respiro a las maltrechas economías domésticas de las familias andaluzas.

o             En cuanto a la energía, el recibo de la luz ha vuelto a verse incrementado de forma alarmante durante el pasado mes de mayo. Tanto es así que el encarecimiento al que vamos a tener que hacer frente superará el 18% con respecto a lo que abonamos en mayo del pasado año. De esta forma, ante la complacencia del Ejecutivo Central, un usuario medio pasará de pagar 60,53 euros el año pasado a 71,58 € en este año.

En definitiva, aunque se han visto reducidas, las tasas interanuales que venimos registrando en los últimos meses no hacen más que darnos un nuevo motivo para justificar nuestra exigencia de un proceso de mejora de las condiciones salariales que percibimos los trabajadores andaluces. Ni es de justicia, ni tan siquiera recomendable desde el punto de vista económico, que la recuperación de la economía no vaya de la mano de una mejora de las condiciones de vida y del poder adquisitivo de los trabajadores.

Junto a ello, resulta igualmente imprescindible volver a reforzar la negociación colectiva, desbloquear las mesas de negociación y hacer, de las clausulas de revisión salarial, una característica esencial de nuestros convenios colectivos. Hay que salvaguardar la capacidad de compra de los trabajadores andaluces y esto solo es posible lograrlo ubicándolos bajo el amparo de estas clausulas.

Cientos de despidos individuales y EREs injustificados, contratos renegociados a la baja, reducción de las horas cotizadas que no de las trabajadas, uso ilegal de las modalidades de contratación más precarias, unas prestaciones por desempleo irrisorias y que se agotan antes de poder acceder a un puesto de trabajo, así como unas pensiones semicongeladas están provocando un incremento de la tasa de pobreza y de exclusión social del todo incompatible con cualquier tipo de proyecto de mejora económica.

Por todo ello, desde la UGT Andalucía exigimos al Ejecutivo Central y, en su medida, al de la Junta de Andalucía que, de una vez por todas, pasen a tomar las riendas de la situación actual. La destrucción de nuestros derechos sindicales, laborales, económicos e incluso sociales tiene que finalizar ya sin que nuestros dirigentes puedan mantener la actual dejación de funciones, como en su día hiciera el Banco de España en lo que al control del sistema financiero se refiere, que vienen protagonizando en beneficio, única y exclusivamente, de los más pudientes.