Por grupos, vestido y calzado (10,2%) ha sido el grupo que, en mayor medida, ha incrementado sus precios, consecuencia de la nueva temporada de moda. Ocio y cultura (1,5%) y Hoteles, cafés y restaurantes (1,0%), también han destacado en este apartado debido a las vacaciones de Semana Santa. Por el contrario, Alimentos y bebidas no alcohólicas y Bebidas alcohólicas y tabaco (ambos -0,1%), han sido los únicos grupos que han visto reducido el precio de sus productos durante este mes.

En los últimos doce meses, solo han descendido los precios en el grupo menaje (-0,4%), mientras que, los mayores incrementos de precios son los protagonizados por transportes (6,2%) y vivienda (5,4%).

Por provincias, durante el pasado mes de abril, los precios se incrementaron en todas las andaluzas. Las subidas más destacadas fueron las obtenidas por Jaén (1,2%), junto con Córdoba y Granada (ambas 1,1%). En tres de nuestras provincias, Huelva (0,8%), Málaga y Sevilla (ambas 0,9%), los precios se incrementaron por debajo de la media andaluza.

A lo largo del último año, en todas las provincias se han incrementado los precios. Málaga, Córdoba y Almería (las tres 2,7%) destacan por ser las provincias más inflacionista y Sevilla y Granada (las dos 2,2%) las que menos. De esta forma, las diferencias interprovinciales se reducen hasta las cinco décimas.

En cuanto a los alimentos de primera necesidad, durante el pasado mes de abril, las legumbres y hortalizas  frescas (3,9%), junto con el agua mineral, refrescos y zumos (1,1%), registraron los incrementos de precios más destacados. Por el contrario, es de reseñar igualmente el abaratamiento de productos como las frutas frescas (-3,1%) o los huevos (-0,8%).

En términos interanuales, las frutas frescas (6,3%) y, en mayor medida, las legumbres y hortalizas frescas (8,9%), son los más inflacionistas. La carne de ovino (-4,9%) y el azúcar (-3,3%) repiten, como ya ocurriera en marzo, como los descensos de precios más pronunciados con respecto al mismo mes del pasado año.

Tras el paréntesis del mes pasado, los carburantes han vuelto a encarecerse durante el pasado mes de abril. De esta forma, el diesel, ha pasado de 1,11 € al finalizar marzo o a 1,123 € el 30 de abril. Además, a mediados de mes alcanzó su precio más alto, por encima de los 1,16 euros el litro.

El Euribor a un año, vuelve a reducirse con respecto al mes pasado y pasa a situarse en el -0,119, muy por debajo, a su vez, del -0,010 en el que se situaba en abril del pasado año. De esta forma, las revisiones hipotecarias continúan siendo a la baja y reduciendo el esfuerzo del pago de nuestras cuotas hipotecarias.

En cuanto a la energía, el recibo de la luz se ha congelado durante el mes de abril. De esta forma, las cacareadas reducciones del coste de la energía, anunciadas por el Gobierno, apenas si han durado dos meses. No obstante, si hace un mes ya anunciábamos que la factura de la luz era un 14% más cara que hace una año, dicho incremento interanual es ahora más de cuatro puntos superior, alcanzado una inadmisible tasa del 18,2% en el periodo comprendido entre abril de 2016 y abril de 2017.

En definitiva, la dramática situación por la que atraviesan muchas de las familias trabajadoras andaluzas hace inasumible el poder hacer frente a incrementos de precios generalizados del 2,5%. Especialmente preocupante es que, este repunte inflacionista que nos ha sorprendido a todos, está afectando, en mayor medida, a productos esenciales en el día a día de los trabajadores. La energía eléctrica o el propio combustible cuentan con una baja elasticidad de demanda por lo que, a pesar de su encarecimiento, tienen que continuar siendo consumidos.

Con la inclusión de los datos propios de este mes, son ya ocho los meses consecutivos registrando tasas interanuales positivas. Este dato, que a priori podría ser positivo, si tenemos en cuenta que hace menos de un año estábamos alertando sobre los peligros de la deflación,  no lo es tanto al comprobar que la recuperación del nivel general de precios no viene acompañada, de forma paralela, de una clara reactivación de la economía y, menos aún, de un proceso importante de generación de empleo de calidad.

Si echamos un vistazo rápido a la realidad de las familias trabajadoras andaluzas, nos encontramos con que muchas de ellas ya han agotado las prestaciones por desempleo y tienen, como única fuente de ingresos, las "semicongeladas" pensiones de sus ascendentes. Más "afortunados" son aquellos que todavía las reciben, aunque las mismas cada vez sean de menor cuantía. Los que todavía mantienen sus puestos de trabajo, también han visto minorado su poder adquisitivo tras varias revisiones salariales a la baja.

Por todo ello, desde la UGT Andalucía exigimos la recuperación del poder adquisitivo que, de cierta forma, se le ha "robado" a los trabajadores durante este periodo de crisis. Para ello, además de recuperar la Negociación Colectiva e incrementar las retribuciones salariales, es imprescindible incrementar la cuantía y la cobertura de las prestaciones por desempleo y aplicar a nuestro Sistema Público de Pensiones incrementos que doten de dignidad la vida de nuestros mayores.