Por grupos, vestido y calzado (5,5%) ha sido el grupo que, en mayor medida, ha incrementado sus precios, cuestión habitual antes de las rebajas de enero. Por el contrario, el periodo entre las vacaciones estivales y las navideñas ha situado al grupo hoteles, cafés y restaurantes (-0,6%) como el que más ha visto reducido el precio de sus productos.

 

En los últimos doce meses, los únicos descensos de precios son los registrados en vivienda (-0,1%) y, en mayor medida, en ocio y cultura (-1,5%) mientras que, los mayores incrementos de precios son los protagonizados por comunicaciones (3,2%) junto con, en esta ocasión, el grupo genérico otros productos (1,6%).

 

 

Por provincias, durante el pasado mes de noviembre, los precios se incrementaron en todas las provincias andaluzas. La subida más destacada fue la obtenida por Jaén (0,9%). En sentido contrario, Almería, Cádiz, Granada y Huelva (las cuatro 0,2%) registraron las subidas de precios más reducidas.

 

A lo largo del último año, también en todas las provincias andaluzas se han incrementado los precios. Málaga (0,9%) destaca por ser la provincia más inflacionista y Granada (0,5%) la que menos. De esta forma, las diferencias interprovinciales se reducen una décima y se colocan en cuatro.

 

En cuanto a lo ocurrido con los alimentos de primera necesidad, durante noviembre, los crustáceos, moluscos y preparados de pescado (0,5%), registraron los incrementos de precios más destacados. Por el contrario, también hay que señalar el abaratamiento de productos como las frutas frescas (-2,1%) o el azúcar (-1,2%).

 

En términos interanuales, las patatas (9,0%) y los crustáceos, moluscos y preparados de pescado (3,7%) fueron los más inflacionistas. Azúcar (-3,7%), aceites y grasas (-2,1%) y la carne de ave (-2,0%) obtuvieron los descensos de precios más pronunciados con respecto al pasado año.

 

Otras cuestiones que, además del Índice General de Precios, afectan a nuestro poder adquisitivo de forma importante:

 

Los carburantes se han abaratado a lo largo del undécimo mes del año. En el caso del diesel, ha pasado de 1,109 € al inicio del mes a 1,089 € en la última semana de noviembre.

 

El Euribor a un año, se reduce nuevamente con respecto al valor de octubre y se sitúa en el -0,074, por debajo incluso del 0,079 que marcara en noviembre del pasado año. Un mes más, las revisiones hipotecarias continúan siendo a la baja y suponiendo el único respiro a unas economías domésticas muy dañadas por la actual crisis económica.

 

En cuanto a la energía, en noviembre se volvió a incrementar el recibo de la luz, en este caso un 2,3% de media. De esta forma, encadenamos ya un total de siete meses consecutivos con subidas del precio de la luz en un mercado que, sin que el Gobierno haga nada por solucionarlo, sigue marcado por una falta de transparencia que, cada nuevo cambio en la facturación, no hace más que incrementar.

 

En definitiva, desde la UGT-A estamos seriamente preocupados con que esta reactivación del nivel general de precios y la consolidación de los valores positivos sin llegar a ser inflacionistas, poco o nada tengan que ver con una mejora generalizada de la economía y, menos aún, con unos mayores niveles de calidad de vida del conjunto de la población. Lejos de ello, el incremento de los precios de los últimos meses están vinculados a decisiones políticas (factura de la luz) o a cuestiones puramente estacionales (sector textil).

 

El IPC de noviembre siempre tuvo una especial relevancia y es que, en su día, cuando 

Presumíamos de Estado del Bienestar y se dignificaba a los pensionistas, el mismo era el utilizado para establecer el incremento de las pensiones para el próximo año. El cambio en el sistema público de pensiones y su desvinculación del IPC ha encubierto una "congelación" de las pensiones que apenas si las hace creer un 0,25%, es decir, XX puntos por debajo del que le correspondería con el sistema anterior.

 

Con los datos de este mes, tras 25 meses sin interanuales positivas, conseguimos encadenar tres meses consecutivos con precios superiores a los de hace un año. Aunque este dato podría ser positivo, no lo es tanto si tenemos en cuenta dos cuestiones muy específicas: por un lado, que el poder adquisitivo de unas economías domésticas muy dañadas por la crisis sigue siendo muy precario y, en segundo lugar, que en el mismo todavía no se han visto reflejados los incrementos en el precio del petróleo que, las últimas decisiones tomadas por la OPEP, seguro van a conllevar.

 

En definitiva, no podemos lanzar las campanas al vuelo por la mejora en el nivel general de precios. No podemos hacerlo porque no son fruto de la reactivación económica. Nuestro Sindicato solo celebrará la mejora de cualquier tipo de indicador macroeconómico en una ocasión, cuando el mismo venga predicho por la creación de empleo estable, de calidad y dignamente retribuido.