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Ahora toca repartir riqueza y que el crecimiento económico llegue a las familias

Ahora toca repartir riqueza y que el crecimiento económico llegue a las familias

La debilidad de los precios en España es el reflejo de una economía que se recupera en términos macroeconómicos, ya que crece al 3%, pero no en términos sociales. Es decir, no llega a las familias.

14/10/2016 |

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Persisten los altos niveles de paro y de desprotección, el empleo temporal y precario (menos del 5 % de los contratos registrados son indefinidos y a tiempo completo),  se sigue abusando de la contratación a tiempo parcial involuntaria y  cuatro de cada 10 desempleados no percibe prestación por desempleo y casi 4 millones de personas no tienen empleo.
 
Y millones de personas en nuestro país siguen teniendo enormes dificultades para afrontar los gastos esenciales de una vida con un mínimo de dignidad. Tener empleo no es garantía de conseguirlo. La devaluación salarial es abrumadora. El 35% de los trabajadores en España, 5,5 millones de ocupados, cobran un sueldo inferior al salario mínimo interprofesional (SMI). Más de 3,6 millones de trabajadores cobran salarios menores que la mitad del SMI, y 2,1 millones tienen sueldos cercanos al salario mínimo.
 
Los sistemas de protección por desempleo ya no sirven para nada a la mitad de los trabajadores en paro, porque no les dan cobertura. Según los últimos datos del SEPE, el número de beneficiarios de prestaciones en agosto reflejó una nueva caída anual del 10%, que acompaña al descenso del gasto (-9,3%) y al de la tasa de cobertura, que se sitúa en el 58,2%. Sólo hace falta recordar que, desde 2009, los hogares han perdido más del 13% de su renta y que casi un 30% de la población vive en riesgo de pobreza y exclusión social.
 
Para UGT es fundamental mejorar la calidad del empleo y de las rentas del trabajo, en este contexto. Este Ciclo exige nuevas políticas de distribución para lograr la sostenibilidad económica y social del crecimiento. Toca repartir la riqueza entre todos y no seguir empobreciendo a los más débiles.
 
El reparto justo de la riqueza depende de que se genere más y mejor empleo (lo que exige la retirada de las reformas laborales de 2010 y 2012), de que aumente el salario mínimo a un nivel digno (al menos a 800 euros en el primer año), de que aumenten los salarios públicos, de que se mejore el sistema de prestaciones por desempleo, y de que se establezca una Prestación de Ingresos Mínimos para todos los trabajadores que quieren trabajar y no pueden, y que no perciben ya ninguna prestación, como hemos pedido UGT y CCOO, recogiendo 660.000 firmas para que sea debatido en el Parlamento.
 
El objetivo es que los trabajadores y las trabajadoras ganen calidad de vida, y para ello la negociación colectiva, que es donde se gesta la distribución primaria de la riqueza, debe recuperar su papel protagonista. Porque sin salarios dignos, ni habrá recuperación económica sostenida, ni habrá mejora del bienestar de la mayoría de la población española ni un crecimiento económico equilibrado, justo  y sostenible en España.