A juicio de la representante sindical, Juan Rosell "no es capaz de justificar en ningún momento el porqué de la necesidad de mantener tan ínfimo incremento salarial para 2015".

"En términos reales, los sueldos llevan devaluándose en nuestro país desde el inicio de la crisis. No contento con ello, incluso desde 2012 dicha reducción de salarios es incluso nominal", continua Serrano. "Y esto provoca que los trabajadores andaluces estemos viendo reducido nuestro poder de compra en más de un 2% anual".

"Una vez más, los "escuderos" de la CEOE no hacen más que seguir, fielmente, las hidalgas indicaciones de sus "paladines" del FMI. Y es que el economista jefe del Fondo, Olivier Blanchard, continúa haciendo campaña política a favor de la continuidad de la moderación salarial en España como receta "mágica" para crear empleo", añade la Secretaria de Organización de UGT Andalucía..

Según María del Mar Serrano, tanto "la obsoleta" representación empresarial española como "la vendada" institución monetaria internacional hacen caso omiso al informe de la OIT para España, en el que se señalaba que no existían motivos que justificaran nuevas reducciones en los ingresos laborales, así como a la advertencia de la propia OCDE de las consecuencias de las penurias para los hogares fruto de la caía de ingresos.

"Para nuestro Sindicato, la propuesta de incremento salarial del 0,6% es claramente insuficiente y supone una nueva aberración económica. Podemos entender que las empresas están para ganar dinero. Que, desgraciadamente, la optimización de sus cuentas de beneficio sea el único de sus fines. Pero no podemos comprender la total tozudez que demuestran sus más altos representantes", asevera la líder sindical.

"Desde UGT Andalucía no nos vamos a cansar de denunciar la absoluta ausencia de interés de nuestras empresas en los aspectos sociales de la economía. Una y otra vez vamos a hacer todo cuanto esté en nuestra mano para lograr que las iniciativas empresariales andaluzas incrementen su grado de responsabilidad social para con la ciudadanía a la que dirigen su actividad económica. Pero es que, además, ahora, lo que exigimos a la CEOE es que cumpla con su deber y defienda los intereses de las empresas españolas reales. Aquellas que apenas cuentan con dos trabajadores, que representan al 95% del tejido empresarial y que, a su vez, su viabilidad futura depende, en gran medida, del nivel de poder adquisitivo de sus conciudadanos".

Según las últimas cifras, las exportaciones españolas apenas suponen el 35% del PIB. Dicho de otro modo, el 65% de la capacidad de desarrollo de nuestras empresas dependen de la actividad interior, es decir, en gran medida, del consumo y de la demanda interna.

Las políticas de moderación salarial han fracasado porque, entre otras cosas, "el otro lado de la bancada no ha cumplido con sus compromisos de creación de empleo a los que iban ligados". Durante estos años de pésima gestión de la crisis no sólo se ha devaluado el poder adquisitivo de los trabajadores sino que, además, se ha aprovechado la difícil coyuntura económica generalizada para crear empleo más que precario, puestos de trabajo con una remuneración indigna que han propiciado que muchos de los afortunados trabajadores que todavía mantienen sus puestos de trabajo estén pasando auténticas dificultades para llegar a fin de mes.

"Desgraciadamente, nada de ello preocupa lo más mínimo al señor Rosell y a la organización que representa, más pendiente en los últimos meses de reforzar, de cara a la opinión pública y a la más radical de sus secciones internas,  sus principios más retrógrados y autoritarios. La Reforma Laboral aprobada por el PP les ha brindado todas estas posibilidades a los empresarios y ellos no dudan, ni un ápice, en utilizarlas. Menos aún si tenemos en cuenta que, casualmente, la CEOE está inmersa en un nuevo proceso electoral lo que, sin duda, va a condicionar mucho las posibilidades de negociación durante este año", comenta Serrano.

Desde UGT Andalucía abogamos por el abandono de la moderación salarial y por la necesidad de impulsar pronunciados incrementos de los salarios, capaces de fortalecer el consumo y la demanda interna y, de esta forma, alentar la inversión, la reactivación del conjunto de la economía y la creación de empleo estable. No se trata de crecer más, sino de crecer mejor y de una forma más justa y repartida.

Las prácticas especulativas nos han llevado a la situación actual. Frente a ello, es imprescindible apostar por un reparto más justo de la riqueza que se genera y, para ello, hay que retomar el "olvidado" modelo de revisión de salarios, volviendo a utilizar variables como IPC real (inflación prevista más cláusula de revisión salarial) y productividad.

"En definitiva, los salarios tienen que tomar un mayor protagonismo en la recuperación económica. Tenemos que dotar a los trabajadores de unas condiciones laborales y de un nivel de remuneración que nos permita, a su vez, hacrernos más competitivos para así poder converger, en términos reales, con las economías más poderosas de nuestro entorno. No nos pueden volver a engañar, lo importante no es crecer más sino crecer mejor, es decir, crecer y repartir. La dignidad es el salario", concluye María del Mar Serrano.