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El pomposo discurso optimista del Gobierno de Rajoy continúa sin contar con datos reales donde sustentarse

El pomposo discurso optimista del Gobierno de Rajoy continúa sin contar con datos reales donde sustentarse

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado la estimación de avance del PIB relativo al cuarto trimestre de 2014 y al indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) correspondiente al actual mes de enero de 2015. Del análisis conjunto de ambas variables podemos sacar una conclusión manifiesta: el Gobierno Popular continúa sin datos macroeconómicos reales con los que poder sustentar su discurso de "fin de la crisis", el cual, es motivado, en realidad, por la llegada de un año importante año electoral.

02/02/2015 |

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Si no centramos, en primer lugar, en la estimación de avance del PIB trimestral, ha registrado,  a falta de confirmación, un incremento del 0,7 con respecto al del tercer trimestre de 2014, así como una tasa de variación anual del 2%, si la comparativa la realizamos con respecto al cuarto trimestre de 2013.

El dato es positivo, sin lugar a dudas. Pero una cosa es registrar, todavía en un periodo de mínima actividad económica, una tasa de incremento anual del PIB del 2% y, otra muy distinta, poder utilizar ese dato para afirmar el final de la crisis y el inicio de un próspero periodo de crecimiento económico, tal como está intentando hacernos creer el conjunto de los miembros del Gobierno Central.

La economía crece sí, es verdad, pero lo que está creciendo es el margen de beneficio empresarial de las grandes multinacionales y de las principales entidades financieras, esas que han sido las principales causantes de la crisis y que, a partir de generosos procesos de rescate financiados por el conjunto de los contribuyentes y, especialmente por la clase trabajadora, ahora vuelven a jactarse en los medios de comunicación de lo positivo de sus cuentas de resultados y de los amplios márgenes de beneficio que vienen registrando.

Por otro lado, la participación de los salarios en la generación de riqueza cada vez es menor. De esta forma, todo un esqueleto normativo puesto en marcha por este Gobierno (reformas fiscales, laborales, educativas, de la Administración Pública, etc.) no ha hecho más que propiciar una reducción, sin precedentes, del nivel de poder adquisitivo de los trabajadores.

EREs, despidos, falta de negociación colectiva, disminución real de los salarios, reducción de las prestaciones por desempleo y de las pensiones, así como la posibilidad de contratar a trabajadores bajo unas condiciones retributivas indignas está provocando no solo la aparición de un nuevo fenómeno social, "el trabajador pobre", sino que ha decantado claramente la balanza económica del lado de la patronal y llevado a mínimo alarmantes la contribución de los salarios al PIB.

RIESGO DE DEFLACIÓN

A su vez, también hemos conocido el adelanto del IPC correspondiente al actual mes de enero. De confirmarse los datos dentro de quince días, los precios habrían bajado un 1,7% con respecto a diciembre de 2014 y un 1,4% con respecto a enero del pasado 2014. De esta forma, encadenaríamos ya un total de ocho meses con tasas interanuales de inflación negativas siendo, la registrada este mes, la mayor de todas ellas.

Es imposible no querer ver que el riesgo de deflación es evidente, así como de las terribles consecuencias que la misma puede tener sobre una economía es un estado tan débil como la actual economía española. A pesar de ello, los grupos de presión neoliberales más importantes continúan apostando por la necesidad de continuar con sus políticas de control de la inflación y de recortes de los derechos de la ciudadanía.

La inflación anual cae al -1,4% y, por ello, el control de la inflación no puede seguir siendo el principal de los objetivos de la autoridad monetaria europea. El BCE, cosa que valoramos positivamente, ha comenzado a dar ya los primeros pasos en este sentido y su apuesta por la compra directa de deuda pública de los Estamos Miembros puede ser considerado un avance en lo que a reactivación de la economía europea en su conjunto se refiere.

A pesar de ello, la continua caída de precios, así como el riesgo que la misma supone para la economía europea, permite la posibilidad de llevar a cabo políticas monetarias expansivas más valientes y ambiciosas que, junto con una política de demanda capaz de favorecer la creación de riqueza y la reactivación de los niveles de consumo interno de los ciudadanos europeos, nos permitan crear empleo de calidad, muy distinto al que, de forma ínfima, se viene creando en la actualidad.

Por todo ello, desde nuestro Sindicato creemos que el empleo de calidad es y debe ser la base del modelo socioeconómico europeo, sobre salarios y condiciones de trabajo dignas es más fácil de sustentar unos niveles de crecimiento y de reparto justo de la riqueza que, lejos de llevarnos a cometer los errores del pasado, nos ayuden a sustentar la viabilidad de nuestro modelo productivo, así como la profundización y mejora del Estado Europeo del Bienestar.