UGT Andalucía reclama que la cooperación internacional forme parte de la Concertación Social
El sindicalismo ha dejado huella en la IV Conferencia de Financiación del Desarrollo de Naciones Unidas
Esta semana, Sevilla ha acogido la IV Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo (FFD4), un foro global clave que ha reunido a gobiernos, instituciones multilaterales, sindicatos y sociedad civil para debatir el futuro de la cooperación internacional y las reglas financieras globales.
El encuentro, que ha concluido con la adopción del denominado Compromiso de Sevilla, supone un avance en la lucha por un modelo de desarrollo más justo, inclusivo y sostenible. Para UGT Andalucía, el éxito de la Conferencia radica en que, por primera vez, las demandas del sindicalismo internacional han tenido un papel visible y decisivo.
El sindicalismo de clase es un actor clave para el logro de la justicia global y, legalmente, somos reconocidos ya como agentes de cooperación. Por ello, a través de ISCOD, el Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo de UGT, hemos defendido la necesidad de transformar las actuales reglas económicas y financieras, que siguen alimentando la desigualdad y la precariedad laboral a nivel global.
Para UGT Andalucía, “No puede haber desarrollo sin justicia social, sin empleo decente, ni sin derechos laborales garantizados”. Es por este motivo por el que defendemos que el trabajo debe estar en el centro de cualquier agenda de cooperación.
Nuestra posición es clara y no atiende a ningún tipo de ambigüedad: la arquitectura financiera internacional debe cambiar para dejar atrás lógicas especulativas y avanzar hacia un sistema que priorice los derechos de las personas, el medio ambiente y la dignidad laboral.
Para avanzar hacia la consecución de este ambicioso objetivo, entre las principales propuestas sindicales que hemos incorporado al debate están las de incluir a las organizaciones sindicales en los procesos globales de gobernanza; el fortalecimiento de los mecanismos de financiación pública para el desarrollo; la eliminación de paraísos fiscales y la lucha contra el fraude internacional o la protección de los servicios públicos, los sistemas de salud y educación en los países empobrecidos
A nuestro juicio, el Compromiso de Sevilla contiene importantes y nuevos avances, pero no dejan de ser insuficientes ante el escenario de policrisis al que nos enfrentamos. El documento final adoptado por los países asistentes supone un paso importante al reconocer la necesidad de reforzar la justicia fiscal internacional, democratizar los organismos financieros y garantizar una financiación sostenible alineada con la Agenda 2030.
No obstante, desde UGT Andalucía queremos advertir que el texto aún carece de la ambición necesaria para transformar de raíz el sistema económico global. Por ello, aunque celebramos los avances, no podemos conformarnos. Sin la participación real del sindicalismo, sin situar el trabajo digno y los derechos laborales en el centro, los compromisos seguirán siendo papel mojado.
No actuar no es una opción y, por ello, Andalucía debe implicarse. Y para lograr esta implicación se precisa de la experiencia, el diálogo y la capacidad de trabajo que nuestra tierra tiene en materia de concertación social. Por ello, reivindicamos que la política andaluza de cooperación al desarrollo pase a formar parte ya del actual Pacto Social y Económico por el Impulso de Andalucía.
Desde UGT Andalucía, queremos aprovechar la celebración de la FFD4, esta semana, en Sevilla para exigir al Gobierno andaluz que dé un paso adelante y sitúe la política andaluza de cooperación internacional al desarrollo en el marco de la Concertación Social, que la dote de la dote de una mayor cuantía presupuestaria y que le de el reconocimiento institucional que merece.
Como sindicato más representativo a nivel regional, queremos elevar nuestro grado de participación en el diseño de las políticas de cooperación internacional al desarrollo puestas en marcha por Andalucía, entendiendo que el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza y la defensa de los derechos laborales en todo el mundo son también responsabilidad de nuestra comunidad autónoma.
Andalucía debe ser un ejemplo de coherencia de políticas para el desarrollo. Eso implica integrar la cooperación internacional como una materia estratégica en la Concertación Social, igual que lo son el empleo, la industria, la salud, la educación o la transición ecológica.
Desde UGT Andalucía vamos a continuar trabajando para exigir que las conclusiones de la FFD4 se traduzcan en políticas concretas en el ámbito autonómico; para reforzar la cooperación sindical y la acción internacional de la clase trabajadora andaluza y para impulsar un modelo de cooperación que no sea asistencialista, sino transformador, centrado en el trabajo decente, los derechos humanos y la justicia social.
La IV Conferencia ha dejado claro que el sindicalismo es un actor indispensable en la construcción de un mundo más justo. Ahora, el reto está en que los compromisos asumidos en Sevilla se conviertan en realidades tangibles para millones de personas en todo el planeta.