“Estamos elaborando un listado de propuestas para llevarlas a la próxima reunión con la directora General de Comercio de la Junta de Andalucía, Cecilia Ortiz, que van encaminadas a limitar los días de apertura y también a poder negociar, en cada municipio las solicitudes de declaración de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), para que cuando lleguen esos expedientes locales a la Junta, vayan con las reivindicaciones de los sindicatos mayoritarios, en defensa de los empleados y empleadas del comercio”.

Este Jueves Santo, es otro más, de los festivos en los que pueden abrir los comercios en los municipios considerados Zonas de Gran Afluencia Turística. Algunos de ellos, como Granada, Córdoba, Cádiz o Jerez, se han revelado contra esta declaración de ZGAT realizada por la Junta de Andalucía, basada en el Decreto 2/2020, de 9 de marzo, que flexibiliza los criterios para ser considerados con esa denominación, que recoge la Ley 1/2012, de Comercio Interior de Andalucía.

Se rebaja el número, de 200.000 a 100.000 habitantes, para poder solicitar la declaración, así como también el número de pernoctaciones, de 1.000.000 a 600.000 en el año inmediatamente anterior.

Se amplían los periodos de aplicación, en la Semana Santa se abarca desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección (antes era de Domingo de Ramos a Sábado Santo)  y en período estival pasa a ser desde el 1 de junio al 30 de septiembre (antes del 1 de julio al 15 de septiembre)

Además de cumplir con alguno de los criterios establecidos en la norma (Ley de Horarios Comerciales 1/2004), se ha añadido un punto cuarto donde indica que el ayuntamiento debe argumentar y justificar suficientemente las zonas territoriales y ámbitos temporales que pide, así como también los que se excluyen, todo ello de acuerdo con los intereses comerciales, turísticos y en beneficio de las personas consumidoras. En caso de que la Consejería considere que no está debidamente justificado, se establecerá todo el municipio y todo el año como Zona de Gran Afluencia Turística.

También se concreta que, si el Ayuntamiento no solicita la renovación de dicha zona antes del 1 de octubre del año inmediatamente anterior, será la Consejería, de oficio,  quien iniciará el expediente de declaración, y solicitará al Ayuntamiento alegaciones para establecer un período temporal y territorial, si no, será la Consejería quien lo establezca.

Todo esto, enlazándose con otras normativas aprobadas últimamente sin consenso, el Decreto 2/2020, así como desde el ámbito estatal en 2012, la modificación de la ley 7/1996 de ordenación de Comercio Minorista, estatal, donde se desregularizan los períodos de ventas de rebajas. Lo que afecta a la desregularización y ampliación de los criterios para establecer el calendario de aperturas de festivos autorizados, (por otra parte, ampliados desde 2019 de 10 festivos a los 16 actuales) .

La ampliación de la Ley 1/2012 autonómica, da la oportunidad de permutar hasta 2 domingos o festivos aperturables por parte de los Ayuntamientos, en atención a sus necesidades comerciales; antes se concretaban antes del 1 de noviembre del año anterior, y ahora se flexibilizan las solicitudes de permutas de las corporaciones locales a 2 meses antes del trimestre afectado.

Otra cuestión también,  que afecta a las aperturas indiscriminadas, son los municipios declarados turísticos, aquellos con menos de 100.000 habitantes, los cuales también desde la publicación de la Ley 26/2021, los municipios turísticos tienen libertad horaria durante la Semana Santa y período estival, es decir, el mismo tratamiento que las ZGAT, con menos habitantes, si cumple al menos uno de los criterios establecidos que los habilite.

Por lo que, en conclusión, tenemos muchos y variados motivos por los que reclamar que se vuelva a la mesa de negociación y replantear las medidas adoptadas de manera unilateral por parte de la Consejería, en estos últimos años, para alcanzar de nuevo un consenso sobre la normativa en materia de Horarios Comerciales y ley de comercio que afecta a las declaraciones de ZGAT, entre otras.

Estas medidas dejan en evidencia que, no sólo no contribuyen a la generación de empleo (no solo empleo digno, sino ninguno), sino que, por el contrario, precarizan el empleo actual, desregulando las condiciones de trabajo y empeorando las opciones de conciliación personal, laboral y familiar.

Y contraponen en muchas ocasiones la regulación actual de negociación colectiva, con la norma legal de aperturas comerciales, dejando en un limbo legal a Convenios Colectivos que no recogen estas liberalizaciones horarias.