UGT Andalucía alerta de las desigualdades que aún sufren las personas con discapacidad
En este 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, UGT Andalucía quiere recordar que detrás de cada estadística, detrás de cada informe y detrás de cada dato, hay personas reales: niños y niñas que necesitan apoyos para crecer, jóvenes que sueñan con un futuro laboral digno, adultos que luchan por mantener su independencia y personas mayores que quieren seguir formando parte activa de su comunidad. Todas ellas merecen algo tan sencillo y tan profundo como la igualdad de oportunidades en cada etapa de su vida.
Hoy alzamos la voz porque en Andalucía esa igualdad aún no está garantizada. Las políticas actuales continúan dejando huecos que se traducen en barreras cotidianas: una atención temprana que no llega a tiempo, una educación inclusiva que no dispone de recursos suficientes, servicios públicos que avanzan a distintas velocidades según la provincia, apoyos que dependen más del esfuerzo de las familias que del compromiso institucional. La discapacidad no puede seguir tratándose como un problema individual. Es una cuestión de derechos humanos y de justicia social.
La igualdad debe empezar en la infancia. Si un niño o una niña no recibe a tiempo los apoyos que necesita, se limita su desarrollo, se condiciona su futuro educativo y se restringen sus oportunidades de vida. La igualdad debe continuar en la escuela, donde aún faltan profesionales, adaptaciones, accesibilidad cognitiva, materiales inclusivos y espacios que garanticen la participación de todos.
Y la igualdad debe hacerse plenamente visible en el empleo, porque sin empleo digno no hay independencia, no hay proyecto de vida y no hay participación real en la sociedad. En Andalucía, muchas personas con discapacidad se encuentran con puertas que siguen sin abrirse: procesos de selección inaccesibles, falta de ajustes razonables, centros de trabajo sin adaptaciones, prejuicios que limitan las posibilidades de contratación y un incumplimiento evidente del cupo de reserva en la Administración pública. No basta con anunciar estrategias: necesitamos cambios reales.
UGT Andalucía defiende un modelo en el que los entornos laborales sean accesibles para todas las personas. Eso significa espacios físicos sin barreras, señalización comprensible, apoyos a la comunicación, herramientas digitales adaptadas, intérpretes cuando sean necesarios, lectura fácil, pausas adecuadas, acompañamiento profesional y respeto pleno a las necesidades individuales. Un entorno accesible no es un lujo: es la base para que una persona pueda trabajar en igualdad y demostrar todo su potencial. Es también un beneficio para toda la organización, porque la accesibilidad mejora la calidad del trabajo, la convivencia y la productividad.
Reivindicamos además que el empleo protegido no sea una estación final, sino un puente hacia el empleo ordinario; que la formación sea accesible y de calidad; que la Inspección de Trabajo refuerce el control del fraude en las medidas alternativas; y que la Junta de Andalucía apueste por políticas activas de empleo específicas, financiadas y estables, que acompañen a las personas durante todo su itinerario laboral.
La igualdad también debe acompañar la vida adulta y la vejez. No es justo que vivir con dignidad dependa del código postal o de la disponibilidad económica. Las listas de espera en dependencia siguen siendo demasiado largas, los apoyos para la vida independiente son insuficientes y el acceso a vivienda, transporte y servicios comunitarios continúa siendo desigual. Una sociedad justa es aquella que cuida, acompaña y facilita, no aquella que pone obstáculos o retrasa derechos.
UGT Andalucía cree en un futuro donde las personas con discapacidad puedan estudiar, trabajar, formar su familia, desplazarse, vivir de manera autónoma y participar en la comunidad como cualquier otra persona. Para que eso sea posible, es imprescindible que Andalucía avance con decisión, con recursos suficientes y con una mirada transversal que abarque toda la vida.
Nuestro compromiso como organización es claro: transformar también el propio sindicato en un espacio cada vez más accesible, más inclusivo y más representativo. Seguiremos luchando para que ninguna persona sea discriminada, para que la accesibilidad se convierta en una realidad cotidiana y para que las políticas públicas dejen de ser declaraciones de intenciones y se transformen en derechos efectivos.
En este 3 de diciembre, UGT Andalucía afirma desde la convicción y desde la humanidad que todas las personas tienen derecho a vivir con dignidad, a decidir su futuro y a compartir plenamente su vida en comunidad. La igualdad de oportunidades no puede ser un privilegio. Debe ser una garantía. Debe estar en la infancia, en la escuela, en los centros de trabajo, en la vida adulta y en la vejez. Y debe ser un compromiso real de toda Andalucía.
La inclusión no puede seguir esperando. Los derechos no se pueden aplazar. UGT Andalucía seguirá defendiendo, con firmeza y con humanidad, una sociedad que no deje a nadie atrás.