El problema mayor no es el desastre del Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama, sino la gestión global que se está haciendo en el SAS
La incapacidad gestora hace que casos como estos se estén produciendo todos los días en todas las especialidades. Las listas de espera producen graves problemas de diagnóstico y tratamiento y, desgraciadamente, demuestran que los recortes matan.
El lamentable caso del programa de detección precoz del cáncer de mama no hace más que poner encima de la mesa lo que desde hace algún tiempo viene sucediendo en nuestro Sistema Sanitario Público, y no es otra cosa que retrasos en diagnósticos y tratamientos como consecuencia de la gestión tan lamentable que se está haciendo.
Todos los andaluces padecemos un retraso más que considerable en una cita con nuestro médico de atención primaria, que se alarga si se tienen que realizar una extracción o cualquier prueba complementaria. Luego puedes necesitar una derivación al médico especialista de hospital, que irá para largo; además te mandará pruebas más específicas y complejas, para luego volver a citarte, entrar en una lista de espera quirúrgica, ingresar… ¿Cuánto tiempo puede pasar desde que notas algún síntoma hasta que te diagnostican, intervienen y tratan? Pues eso, ese es el problema de nuestro sistema, la dejadez, la nefasta gestión y la apuesta por la privada que antepone criterios económicos a los puramente asistenciales.
Y no tenemos que irnos a otras especialidades, simplemente imaginemos lo que no pasará una mujer (de las miles que no se incluyen en el programa porque no tienen la edad) que se note algún síntoma y que tenga que comenzar el calvario de esperas hasta que la tratan.
El presidente de la Junta de Andalucía debe de tomar las riendas, cesar a esta Consejera que está hundiendo lo más preciado que tenemos, y formalizar un pacto por la sanidad pública que mejore las inversiones, asegure más personal y consiga una asistencia acorde con las necesidades de hoy. Esconder la cabeza debajo de la millonada que dice que se gastan es no querer ver la realidad o dar por buena la lamentable gestión que se hace.