El Ayuntamiento de Jerez "secuestra" el servicio de autobuses urbanos a tiempo para la Feria del Caballo
Después de 30 semanas de huelga en los últimos seis meses, la plantilla de Urbanos Amarillos de la localidad gaditana vuelve al trabajo sin saber cuándo va a cobrar los cinco meses que la concesionaria le debe. El Ayuntamiento, que no se hace cargo de los pagos de la empresa, ha conseguido no empañar su semana grande con una huelga de autobuses.
Este lunes el transporte urbano vuelve a funcionar en Jerez, pero los empleados del servicio no saben qué van a cobrar ni cuándo. Cada trabajador acumula una deuda de cinco nóminas con la actual empresa concesionaria, además de 6.000 € por trabajador con la compañía anterior. "Por ahora no les van a pagar ni un céntimo", asegura Pedro Alemán, responsable de UGT Jerez. "Los trabajadores han claudicado, están desesperados y se agarran a un clavo ardiendo", asegura el sindicalista.
"40 compañeros nuestros llevan sin cobrar desde diciembre. La mayoría subsistimos con la ayuda de familiares y amigos. ¿Cómo se puede vivir así?". Éste es el testimonio de José María Romero, Presidente del Comité de Empresa de Urbanos Amarillos en la localidad jerezana. Los trabajadores tienen todas sus esperanzas puestas en el consistorio. "El Ayuntamiento nos dice que está haciendo todo lo posible para pagarnos. Pero aquí nadie sabe cuándo va a cobrar", apostilla Romero.
La maniobra que el ente público jerezano ha utilizado para recuperar el transporte en la Feria es, según nos cuenta Pedro Alemán, "una figura del derecho administrativo conocida como ‘secuestro'". "El Ayuntamiento no se implica. No se hace cargo de la deuda", asegura el responsable de UGT Jaén, sino que nombra a un gestor que dirigirá la empresa a partir de ahora. El consistorio ya ha enviado un comunicado en el que ha designado a la funcionaria municipal María del Milagro Pérez como interventor técnico para sustituir a los directivos de la entidad. Además, el Ayuntamiento justifica el carácter "extraordinario y urgente de esta medida" por tratarse de un servicio "básico y obligatorio".
Hasta ahora, las continuadas huelgas de los trabajadores que prestan el servicio han causado al comercio local y el mercado de abastos unas pérdidas de entre el 50 y el 70%, y 20.000 usuarios se han visto afectados por la falta de transporte público.