UGT Andalucía

Por tanto, se ha observado que el precio de la vivienda bajó durante el pasado año un 1,1% para el conjunto de los países de la UE, algo que no sucedía desde el año 2013, periodo que correspondía con la plena crisis financiera. Pero este hecho no se corresponde con lo que está pasando en España, ni con 13 países más de la UE, que han ido aumentado sus precios. 

 

Por tanto, nuestro país, se ha consolidado en la recta final del año pasado como la gran economía de la Unión Europea donde más aumentó el precio de la vivienda, ya que según datos de Eurostat la vivienda se encareció en el último trimestre del 2023 un 4,3% con respecto al 2022, un hecho que difiere con la estabilización de la media europea y aún más con las bajadas de precios de Francia y Alemania. 

 

Tras encarecerse un 4,5% en los meses de verano, entre octubre y diciembre el alza del coste de los pisos en España se mantuvo casi invariable en el cierre del año. La subida se quedó por debajo de la anotada el año anterior por las mismas fechas, cuando en el cuarto trimestre de 2022 el precio de la vivienda creció un 5,5% en tasa interanual, pero se acumula a las registradas en los últimos años. Según los datos de Eurostat, en el país ibérico el precio de la vivienda encadena diez años al alza.

 

Según los datos de Eurostat, el precio de la vivienda subió en España a finales del año pasado más que los alquileres, aunque esta opción tampoco dio tregua a los inquilinos. En concreto, las rentas mensuales se elevaron un 2%, por debajo del alza del 3% registrado en el conjunto de la UE y la media del 2,7% anotada en la eurozona. De hecho, España fue el segundo país en el que menos crecieron los alquileres en el cuarto trimestre de 2023, por delante de Holanda y Estonia, donde bajaron un 3,1%.

 

Por tanto, en el caso del alquiler, las diferencias entre las grandes economías europeas no son tan abultadas como en el precio de la vivienda. En Alemania, Francia e Italia, los incrementos se situaron entre el 2,06% y el 2,71%. 

Más allá de las dispares subidas, hay que tener en cuenta que la fórmula de la compra tiene tradicionalmente más peso en los países mediterráneos que en Centroeuropa. Los datos de Eurostat reflejan que el 76% de la población española vive en viviendas en propiedad, frente a un 24% que se decantaba por el alquiler, unos porcentajes similares a los de Italia (74,3% y 25,7% respectivamente). En cambio, en Francia y Alemania, la proporción de propietarios desciende hasta el 63,4% y el 46,7%, ganando peso los inquilinos.

 

Desde UGT nos preocupa esta subida de los precios de la vivienda y del alquiler, ya que es el elemento que más está mermando el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras y, por tanto, impacta de lleno en los acuerdos que puedan alcanzarse en la negociación colectiva. Por ello, a nivel estatal al poder formar parte del Consejo Asesor de Vivienda, trabajaremos para que el precio de la vivienda no siga en alza y pueda ser una realidad que toda la ciudadanía goce del derecho constitucional de disfrutar de una vivienda digna, ya sea en propiedad o en régimen de alquiler.

 

No podemos obviar que el precio de la vivienda nueva se ha incrementado un 11% y el de los inmuebles de segunda mano otro 3,2% según los últimos datos del INE, correspondientes al año 2023. 

 

Por no hablar del caso de los alquileres que, en nuestro caso, Andalucía es una de las regiones que más porcentaje de sueldo destina al alquiler, no en todos los puntos, pero sí en muchas de las capitales de provincia los precios son casi insostenibles para la mayoría de las personas debido al precio tan elevado que hay de los alquileres.