Desgraciadamente debemos recordar que la SS (Schutzstaffel) fue la principal organización responsable del asesinato genocida que se produjo durante la duración del régimen de Adolf Hitler y la Segunda Guerra Mundial, periodo en que se calcula que murieron alrededor de 6 millones de personas de diversas minorías étnicas europeas, principalmente judíos, pero donde también perecieron homosexuales, gitanos, presos políticos, etcétera. De hecho, Auschwitz-Birkenau fue el campo de prisioneros, exterminio y trabajo esclavo más grande de la Alemania nazi, y solo en este campo de concentración situado en el sur de Polonia se estima que entre 1,1 y 1,5 millones de personas murieron, siendo el 90% judíos. 

Por ello, el principal objetivo de este día, 27 de enero, es condenar sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tengan lugar e instar a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a elaborar programas educativos que eduquen a las generaciones futuras en las enseñanzas que dejó el Holocausto y así evitar actos de genocidio en el futuro.

 Y es que el Holocausto no solo afectó profundamente a los países donde se produjeron los crímenes del Nazismo, sino que repercutió y afectó a muchos otros lugares del mundo. Casi ocho décadas después de estos hechos, los Estados Miembros comparten la responsabilidad colectiva de abordar esta barbarie, mantener medidas que permitan una conmemoración eficaz y cuidar de los lugares históricos y promover la educación, la documentación y la investigación de todos los hechos relacionados con esta barbarie, a fin de que nunca vuelva a suceder un hecho parecido. Esta responsabilidad obliga a educar sobre las causas y sobre todo las consecuencias de estos graves delitos cometidos contra víctimas inocentes, así como fortalecer la resistencia y posición de toda la ciudadanía, y sobre todo de los jóvenes contra las ideologías de odio. 

Concretamente, para este 2024, el mensaje propuesto para la conmemoración de este día por las Naciones Unidas es la Fragilidad de la Libertad. Una fragilidad que constatamos, día a día, ante la terrible repercusión de los conflictos bélicos sobre la población civil (Palestina y Ucrania como ejemplos) o por la sistemática vulneración de los Derechos Humanos en diferentes partes del mundo, afectando a diversos colectivos ya sea por razones de género, políticas, religiosas, económicas, medioambientales 

 

Ante este panorama desolador de los DDHH en la actualidad, no cabe ni el silencio cómplice ni la melancolía contemplativa. El deber de memoria hacia todas las personas que sufrieron aquel ultraje, hace ya tantas décadas, lo es también para reivindicar los valores de justicia, de solidaridad internacional y de paz por los que se comprometieron, dando todo lo que tenían, incluso su vida.

Debemos mencionar también por desgracia lo que está pasando con algunas democracias, que están sufriendo una erosión permanente por parte de grupos de extrema derecha, que ya gobiernan en varios países europeos. En la memoria del sufrimiento de las víctimas del Holocausto debemos recordar que su sufrimiento devino de la degradación democrática sucedida durante los años veinte y treinta del siglo pasado en Europa, desde la cruel Guerra Civil en España, al genocidio en los territorios controlados por países del Eje y, por supuesto, a la Segunda Guerra Mundial, el conflicto más sangriento de la historia de la humanidad.

Por estos hechos, desde la Unión General de Trabajadores de Andalucía y la Fundación Para Desarrollo Pueblos Andalucía (FUDEPA) queremos que este aniversario sirva para alertar de nuevo del riesgo de blanquear el fascismo, a sus líderes y colaboracionistas. La ultraderecha actual dirige su odio hacia las mismas víctimas del nazismo: las personas judías, las que tienen discapacidad, el colectivo LGTBI, las que defendemos la democracia, las y los sindicalistas, y, en definitiva, cualquier grupo social o político que los señale claramente y que no piense rendirse a sus amenazas. La que destruye el legado de un represaliado en un campo de concentración nazi como fue el ugetista Largo Caballero.

Por ello, un día como el de hoy, UGT Y FUDEPA rinden homenaje y tributo especial a las personas judías, así como al resto de los veinte millones de personas asesinadas por nazis, y, en memoria de estas víctimas, reafirma su compromiso de luchar contra la barbarie genocida. Desde nuestro sindicato recordamos este trágico episodio de la Historia, no solo como un acto justo de memoria para todas aquellas personas a las que el nazismo exterminó, sino también un necesario ejercicio democrático en la actualidad. 

UGT y FUDEPA se suma también este año al recuerdo de este Día Internacional establecido por la Asamblea general de Naciones Unidas en 2005, como parte fundamental de nuestro compromiso con la democracia y la lucha contra el fascismo y cualquier tipo de discriminación. 

La memoria de los millones y millones (según algunas fuentes, más de 20) de personas aniquiladas por el nazismo, y muy significativamente la de las personas judías, nos obliga a tener siempre muy presente quién representa el horror. Con éstos, jamás puede haber pacto o entendimiento, sino denuncia de su pésima catadura moral y de su ignorancia, así como lucha, aislamiento y trabajo para que su programa e ideología sea, para siempre, sólo memoria de la barbarie que no podemos permitirnos nunca volver a repetir.