Los trabajadores de Eiffage Energía piden a la empresa medidas para conciliar su vida familiar y laboral ya que, en su tarea de asegurar el suministro eléctrico para Endesa, se enfrentan a jornadas laborales cada vez más extensas y agotadoras, con un índice de peligrosidad muy alto.

La modificación continuada del horario de trabajo, decidida unilateralmente por la empresa, así como la exigencia de cubrir guardias por averías en el suministro eléctrico sólo agrava la situación, dejando poco espacio para la conciliación familiar y el descanso necesario.

”Es desgarrador ver cómo nuestras familias sufren debido a la imposibilidad de pasar tiempo con ellas", "Eiffage debería comprender que necesitamos conciliar nuestra vida laboral con nuestra vida personal", es la queja de muchos trabajadores de Eiffage.

Además, los trabajadores señalan la desmesurada exigencia por parte de la empresa en la realización de trabajos que antes se llevaban a cabo habitualmente y con total normalidad, debido a la conflictividad ahora la empresa los considera deficientes, buscando sanciones. Esta situación es aún más preocupante dado que dichos trabajos cuentan con la aprobación de mandos intermedios, lo que demuestra el distanciamiento entre la dirección y el conjunto de los trabajadores: "Nos sentimos desmotivados y poco valorados", nos dicen los trabajadores.

Esta situación ha llevado a un estancamiento en la relación laboral entre los trabajadores y la empresa, con un claro deterioro del clima laboral y una falta de confianza en la dirección de Eiffage Energía.

 

La imposición de medidas disciplinarias como amonestaciones y despidos es la consecuencia que están sufriendo los trabajadores por defender sus derechos laborales más básicos. En este punto del conflicto y para poder conciliar la vida personal, los trabajadores han decidido cumplir estrictamente el horario del calendario impuesto por la empresa, con la muy probable consecuencia del perjuicio a la ciudadanía y a Endesa, empresa suministradora del servicio de luz.

Los trabajadores de Eiffage Energía reiteran su disposición al diálogo y a la búsqueda de soluciones que promuevan un ambiente laboral justo y equitativo, como ha sido hasta ahora; pero también advierten que están dispuestos a tomar todas las medidas legales a su alcance, sin descartar ninguna, si no se atienden sus demandas de manera efectiva y oportuna.

Desde UGT FICA junto con los trabajadores sugerimos a Endesa, como empresa concesionaria del servicio, que tomen cartas en el asunto y medien con Eiffage Energía para recuperar unas condiciones laborales dignas, garantizando así un servicio de calidad sin comprometer el bienestar de los clientes.