Sabemos que cortando el puente, molestamos a los ciudadanos pero, está comprobado, que si no, no nos hacen caso". Aún así, las plantillas de Navantia hoy han dejado el puente Carranza (de acceso a Cádiz desde Puerto Real) "tranquilo" y han llevado a cabo un nuevo tipo de movilización. Menos lesiva, pero quiere confiar en que sea al menos igual de efectiva. El que explica el viraje de las movilizaciones es Joaquín Fernández, secretario general de la sección sindical de UGT en Navantia Puerto Real y miembro del comité de empresa. Junto a él, otros veinte compañeros, miembros de comités y delegados, han levantado un camping frente a las instalaciones del astillero puertorrealeño. A la vista de todos, de trabajadores de otros sectores que también van a desempeñar su tarea y a los que no quieren perjudicar; pero ante todo, a la vista de políticos que tienen en su mano que astilleros tenga faena y, que por ende, la Bahía recupere su actividad industrial.

Desde la once de la mañana, una decena de canadienses e iglús se apostan ante Navantia desafiando a la climatología porque "los partes nos dicen que esta noche habrá agua", dice Fernández, pero "24 horas pasan rápido, así que no nos venimos abajo".

Menos aún con el apoyo que le han brindado los ex-trabajadores de Delphi. Ellos también han querido sumarse a esta reivindicación y unas doscientas personas se han acercado al camping para mostrarles que "no están solos y que no es cuestión sólo de Navantia, Delphi, Visteón o Alestis, sino que Cádiz se muere", han declarado a EuropaPress.

Con aplausos se han recibido mutuamente las plantillas y se han dado mensajes de ánimo para seguir en la reivindicación de producción industrial para la Bahía.