El IPC demuestra que los trabajadores están indefensos ante una inflación descontrolada
Según los datos oficiales hechos hoy públicos por el INE, la economía andaluza finalizó el mes de mayo con un incremento en los precios del 0,9%, la misma que la del conjunto del Estado. A su vez, Andalucía obtiene una tasa interanual de inflación del 2,0%, una décima inferior a la obtenida a nivel estatal pero 9 décimas por encima de la registrada el mes pasado (1,1%) en Comunidad Autónoma. De esta forma, encadenamos ya 21 meses con un nivel general de precios superior al del mismo mes del año anterior.
Por grupos, Vestido y calzado (2,3%) en plena temporada de moda, junto con Transporte (1,8%) debido al encarecimiento de los carburantes y Vivienda (1,8%) tras la subida en la factura de la luz, fueron los grupos más inflacionistas. Por el contario, el grupo Ocio y Cultura (-0,2%) fue el único grupo que vio reducido sus precios con respecto al mes pasado.
En los últimos doce meses, solo han descendido los precios en Menaje (-0,6%), mientras que los mayores incrementos de precios fueron los protagonizados por Transporte (5,1%) y Comunicaciones (2,4%).
Por provincias, durante el pasado mes de mayo los precios se incrementaron en todas ellas. Los aumentos más importantes han sido los registrados en Jaén, Córdoba y Málaga (las tres un 1,0%), mientras que los más tenues fueron los de Almería y Cádiz (0,7%), junto con Granada (0,8%), únicas por debajo de la media regional.
A lo largo del último año, en todas las provincias se han incrementado los precios. Málaga (2,3%) repite como la provincia más inflacionista, junto con Granada (2,2%), mientras que Cádiz (1,4%) y Huelva (1,7%), registran los incrementos más reducidos. De esta forma, las diferencias interprovinciales se incrementan en una décima para situarse en nueve.
En cuanto a los alimentos de primera necesidad, durante el pasado mes de mayo, las frutas frescas (11,6%) y, en mucha menor medida, las patatas y sus preparados (1,5%), registraron los incrementos de precios más destacados. Por el contrario, es de reseñar igualmente el abaratamiento de muchos productos, destacando los del pescado fresco y congelado (-2,5%) o los aceites y grasas (-1,4%).
En términos interanuales, las frutas frescas (8,7%) y los huevos (5,7%) son ahora los productos más inflacionistas. Las patatas y sus preparados (-4,0%), el azúcar (-1,8%), los huevos (-1,1%) y otros preparados alimenticios (-0,4%), fueron los únicos alimentos con descensos de precios respecto a mayo del pasado año.
Otras cuestiones que, además del Índice General de Precios, afectan a nuestro poder adquisitivo de forma importante:
Los carburantes se han encarecido manera muy importante a lo largo del pasado mes de mayo, de manera más o menos constante y solo interrumpida por descensos muy puntuales algunos de los días. De esta forma, el diesel, ha pasado de 1,177 € al finalizar el cuarto mes del año a 1,262 € el 31 de mayo, llegando a cotizar incluso a 1,267 dos días en la parte final del mes.
El Euribor a un año, se ha vuelto a incrementar por segundo mes consecutivo, aunque de manera muy tenue también, y pasa a situarse en el -0,188. A pesar de ello, continuamos muy debajo del -0,127 que se obtuviera en mayo del pasado año. Por lo tanto, las revisiones de las cuotas hipotecarias continúan siendo a la baja.
El recibo de la luz es el gran responsable del repunte inflacionista de este mes y un incremento en la factura de casi un 10% nos sitúa ante el recibo más caro desde 2014. Las continuas lluvias, que suelen traducirse en un descenso del precio de la energía eléctrica fruto del incremento de la producción en renovables, no ha tenido ese efecto este año y vuelve a poner de manifiesto la tremenda opacidad que rodea al cálculo del precio de la luz.
En definitiva, los precios no solo continúan subiendo sino que ahora lo hacen de forma descontrolada, superando incluso la histórica tasa del 2% establecida siempre por la UE como límite de inflación controlada, dicho sea de paso, que se refería para épocas de bonanza económica.
Especialmente preocupante es este auge inflacionista si tenemos en cuenta que no viene acompañado de un incremento de la capacidad de compra de la mayor parte de las familias trabajadoras andaluzas que, a pesar de la recuperación macroeconómica, continúa sin beneficiarse de este proceso de mejora de algunos de los más importantes indicadores económicos.
La inflación conocida hoy pone de manifiesto la necesidad de exigir incrementos salariales en torno al 3%, la misma tasa a la que crece la economía, así como el establecimiento de un salario mínimo de 1.000 euros mensuales que asegure un nivel de vida digno para todas nuestras familias. En una economía tan dependiente del consumo interno como la nuestra, incrementar los ingresos de los trabajadores es fundamental para asegurar el mantenimiento y la consolidación del proceso de recuperación económica que parece estar abriéndose en la actualidad.
Junto con los salarios, es fundamental reformar el Sistema de Prestaciones por Desempleo, mejorando las mismas e incrementando su grado de cobertura. El descenso del paro no puede caminar en paralelo de una mayor desprotección para los que continúan desempleados. Por supuesto, las pensiones son la otra gran pata de nuestras exigencias sindicales en materia de poder adquisitivo. Hay que recuperar el IPC como valor de referencia para la revalorización de nuestras pensiones y para volver a dotar de dignidad la vida de nuestros pensionistas.
Nos encontramos ante un nuevo escenario político en Madrid. Un cambio de Ejecutivo que, indiscutiblemente, tiene que ser aprovechado por Andalucía y por nuestros trabajadores para lograr lo que, simplemente, es una cuestión de justicia social: recuperar los derechos pisoteados durante los años de crisis. Derogar las dos últimas Reformas Laborales, afrontar un importante proceso de incremento salarial, reformar las Prestaciones por Desempleo y volver a poner en valor las Pensiones Públicas son los primeros y más importantes pasos a dar.