La factura eléctrica dispara la inflación
Según los datos oficiales publicados hoy por el INE, la economía andaluza ha finalizado el año con un nuevo incremento de precios de 1,3 puntos con respecto al nivel alcanzado en noviembre, una décima por encima del aumento en el conjunto del Estado (1,2%). Así, Andalucía continúa elevando su tasa interanual de inflación hasta el 6,7%, dos décimas más que la estatal (6,5%) y 1,3 puntos superior a la que se registrara el mes pasado (5,4%), convirtiendo en una auténtica odisea llenar la cesta de la compra.
Por grupos, Vivienda (8,0%) provocada por la desorbitada factura de la luz, junto con Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,1%), habitual en el periodo navideño; vuelven a ser los principales causantes del repunte inflacionista. Por el contrario, Vestido y calzado (-2,1%), tras el adelanto de las rebajas, Transporte (-1,0%), por el abaratamiento de los combustibles, junto con Bebidas alcohólicas y tabaco y Comunicaciones (ambas -0,1%) han sido los únicos grupos que han reducido sus precios con respecto al mes pasado.
En términos interanuales, el único descenso de los precios se ha dado en el grupo Comunicaciones (-0,3%). Por el contrario, los mayores incrementos vuelven a ser los de Vivienda (26,7%) y Transporte (11,1%). La factura de la luz y los precios de los combustibles continúan situándose en el centro de la espiral inflacionista en la que estamos inmersos.
Por provincias, en diciembre, los precios se incrementaron en todas ellas. El aumento más llamativo se registró en Huelva (1,5%). Por el contrario, entre las que han visto encarecidos sus precios en menor medida encontramos a Cádiz (1,0%) y Almería (1,1%).
A lo largo de 2021, los precios se incrementaron en todas las provincias andaluzas siendo, los más elevados, los dados en Córdoba (7,9%) y en Jaén (7,1%), únicas que superan los 7 puntos. Por el contrario, Almería y Cádiz (6,0% y 6,2% respectivamente), vuelven a situarse como las provincias andaluzas con interanuales más reducidas. De esta forma, la diferencia interprovincial se eleva cuatro décimas y pasa a situarse en 1,9 puntos.
En cuanto a los alimentos, en el último mes del año, las carnes de ovino (9,4%), las legumbres y hortalizas frescas (5,9%) y el pescado fresco y congelado (4,0%) pasan a situarse como los alimentos más inflacionistas de las pasadas fiestas navideñas. En cuanto a los descensos, solo se han dado en dos tipologías de alimentos, las frutas frescas (-3,7%) y las frutas en conserva y frutos secos (-1,3%).
En términos interanuales, los aceites y grasas (22,7%), la carne de ovino (21,3%), las frutas frescas (11,9%) y las legumbres y hortalizas frescas (11,4%), cierran el ejercicio económico como los alimentos que han registrado los mayores incrementos de precios. En sentido contrario, debemos reseñar el abaratamiento del azúcar (-0,6%), finalmente único alimento que ha finalizado el año con un precio inferior al registrado en diciembre de 2020.
Otras cuestiones que, además del Índice General de Precios, afectan a nuestro poder adquisitivo de forma importante:
Los carburantes, en sus distintas modalidades, han reducido levemente sus precios a lo largo del pasado mes de diciembre, registrando los valores más bajos en la parte central del mes. El diésel, finalizó noviembre en 1,371 € para acabar el año con un precio medio de 1,353 €, aunque habiendo llegado a marcar 1,347 el día 17 de diciembre.
El Euribor a un año, por segundo mes consecutivo tras dos meses de incrementos, vuelve a descender y se sitúa en -0,502, un centésima y media inferior al mes anterior. De esta forma, continúa por debajo del que se registrara a la finalización del pasado 2020 cuando se estableció en un -0,497, volviendo a reducir las cuotas de las hipotecas que toquen ser revisadas en los próximos días.
El recibo de la luz, finaliza el año con el diciembre más caro de la historia, duplicando casi los valores que se dieron en la parte final de 2019 y 2020. Tanto es así que la factura de un consumidor medio ha llegado a superar los 100 euros, concretamente 101,57 €, mientras que en diciembre de 2019 se pagaron 50,80 € y en diciembre de 2020 53,97 €.
VALORACIÓN SINDICAL
En definitiva, la situación se ha vuelto ya del todo insostenible y precisa de la implementación de medidas urgentes por parte de todas las Administraciones con competencias en la materia y, muy especialmente, del Ejecutivo Central. No debemos tener miedo a intervenir, desde lo público, en la economía cuando los desequilibrios en la “ley del mercado” son tan manifiestos.
A pesar de las medidas tomadas, lo cierto es que la luz continúa en unos niveles desorbitados convirtiendo, en un auténtico lujo, gestos tan cotidianos como pueden ser poner una lavadora o intentar aclimatar el hogar de manera digna. El mercado eléctrico continúa siendo del todo opaco y generando unos niveles de beneficio para las grandes eléctricas acordes al esfuerzo que las economías domésticas nos estamos viendo obligados a hacer para poder pagar la luz.
Tampoco podemos pasar por alto la oportunidad de denunciar el abuso que se suele cometer en fechas señaladas con ciertos alimentos. Año tras año se repite esta situación y rara vez vuelven los precios a los niveles previos.
Hay que mejorar el poder adquisitivo de la clase trabajadora y hay que hacerlo trabajando en ambos lados. Controlando el abuso en los precios y mejorando los salarios mediante el fortalecimiento de la negociación colectiva. Según el SERCLA, los convenios firmados en Andalucía en diciembre han incluido un Incremento Salarial Pactado del 1,29%, es decir, 5,4 puntos por debajo del incremento real del IPC a lo largo del pasado 2021.
Por todo ello, desde UGT-A valoramos muy negativamente el ciclo inflacionista en el que estamos inmersos y que está suponiendo un ataque sin piedad contra unas todavía muy dañadas economías domésticas. Hay que tomar cartas en el asunto y hay que hacerlo parándole los pies a las eléctricas y a las petroleras, pero también apostando por la mejora de los salarios que los trabajadores andaluces merecemos.