Encaramos la parte final del año reduciendo el paro (-1,15%), pero también viendo caer la contratación (-3,33%)

Encaramos la parte final del año reduciendo el paro (-1,15%), pero también viendo caer la contratación (-3,33%)

Rompemos así una racha negativa de tres meses consecutivos con incremento del número de personas trabajadoras en paro, situándonos casi un 8% por debajo del de hace un año. El paro baja en 6.934 personas (-1,15%) y se sitúa en 595.328 desempleados y desempleadas. En el conjunto del Estado también se redujo (-0,77%). Con respecto a hace un año, el desempleo andaluz desciende en 50.985 personas (-7,89%), porcentaje que supera en más de 1,5 puntos el descenso del conjunto del Estado (-6,23%).

02/12/2025 |

Imagen noticia
Andalucía mejora así su posición relativa en el seno del paro estatal: el 24,55% de los parados son andaluces, porcentaje una décima menor que el obtenido el mes pasado (24,64%). El dato, continúa asimilándose al indicado hace unas semanas en la EPA, donde el paro andaluz representó el 24,91% del total del paro estatal.
 
El 8,90% de los desempleados/as son menores de 25 años, proporción que se eleva reduce levemente con respecto al mes pasado (8,94%). En este caso, este porcentaje continúa siendo muy inferior a su representación en la EPA (15,55%).
 
Por su parte, las trabajadoras andaluzas en paro prácticamente mantienen estable su peso relativo (61,86%) respecto al mes anterior (61,94%). Esta cuestión es muy preocupante ya que los últimos datos, tanto de paro registrado como de EPA, muestran un claro incremento en el desempleo femenino.
 
Por el contrario, el paro entre los trabajadores extranjeros crece este mes un 1,21%, y sitúa el descenso interanual en el 6,71%. El dato sigue siendo superior a la reducción anual de paro a nivel de estado (-4,77%).
 
El sector servicios mantiene su protagonismo, englobando a casi el 70% de nuestros parados (69,35%). Durante este mes, el paro se ha reducido en los cuatro grandes sectores económicos (agricultura, industria, construcción y servicios), así como entre los trabajadores y trabajadoras sin empleo anterior.
Por provincias, el desempleo sólo crece en Málaga (0,44%), descendiendo en las siete restantes. Las reducciones más destacadas se han dado en Jaén (-3,60%) y Córdoba (-2,89%). En términos interanuales, Huelva (-10,14%) y Córdoba (-9,19%) son ahora las provincias que más han reducido su desempleo.
 
En noviembre se realizaron 9.948 contratos menos que en el mes anterior, lo que supone un importante descenso del 3,33%. Además, registramos 17.713 contratos menos de los logrados en noviembre de 2024, lo que se traduce en un fuerte retroceso interanual del 5,78%. En cuanto a la temporalidad, destaca que, el 41,31% de los contratos firmados el mes pasado fueron indefinidos, suponiendo un pequeño incremento respecto al porcentaje de octubre (41,26%). 
 
En la actualidad, 36 de cada 100 desempleados andaluces no perciben ningún tipo de prestación por desempleo, porcentaje que se eleva con respecto al obtenido el mes pasado, pero que sigue siendo muy inferior al que se da en el conjunto del Estado (42%).
 
VALORACIÓN SINDICAL
 
En términos generales, valoramos positivamente la reducción del desempleo andaluz conocida hoy, sobre todo porque pone fin a una racha consecutiva de tres meses en los que el número de personas en paro en nuestra tierra no dejaba de incrementarse. No obstante, los datos conocidos hoy resultan del todo insuficientes para comenzar a poner fin a los principales problemas de nuestro mercado laboral: desempleo femenino y juvenil, bajos salarios, temporalidad, estacionalidad y siniestralidad laboral.
 
Los últimos datos de la EPA nos obligan a estar especialmente vigilantes con la evolución reciente que está teniendo el desempleo femenino en Andalucía. De igual forma, los datos de paro registrado del mes de octubre también nos mostraron un ritmo de incremento del desempleo femenino que duplicaba el masculino.  Esta alarmante situación, unida a unas condiciones laborales más precarias, una menor retribución salarial y unas mayores dificultades para la realización de una carrera profesional en igualdad de oportunidades, se mantiene constante con los datos conocidos hoy, justificando así nuestra exigencia de unas políticas activas de empleo diseñadas con una clara perspectiva de género y que contribuyan a hacer de la igualdad laboral, el primer paso para la consecución de la igualdad real en nuestra tierra.
 
Los salarios son otro de los grandes campos de batalla del mercado laboral andaluz. Un modelo productivo excesivamente terciorizado y basado en actividades productivas de menos valor añadido nos aboca a unos salarios más reducidos.  Por este motivo, es fundamental que afrontemos ya la necesidad de iniciar, en el seno de la negociación colectiva y del diálogo social un responsable proceso de incremento salarial acorde a la evolución de los márgenes empresariales, de indicadores como el del precio de la vivienda y del conjunto de las cifras macroeconómicas.
 
En cuanto a la lucha contra la temporalidad, a tan solo un mes de finalizar el año, ya se han firmado en Andalucía un total de 1.196.525 contratos indefinidos, lo que representa el 40,89% del total de los contratos entre enero y noviembre de este año. Las cifras siguen arrojando datos positivos y demostrando que avanzar en derechos sociales y laborales no sólo no fragmenta el mercado laboral, sino que, por el contrario, ayuda a generar riqueza, justicia social y prosperidad económica para todos y todas.
 
Además de la temporalidad (20% de la población asalariada andaluza), la parcialidad (12,5% de la ocupación andaluza) es la otra importante característica de nuestro mercado laboral que impide a las personas trabajadoras emprender un proyecto de vida y poder hacer frente a las necesidades básicas que ya de por sí, son difíciles de cubrir con un salario y un empleo indefinido a tiempo completo.
 
Y si de poner fin a la precariedad laboral en Andalucía se refiere, un apartado muy especial debe tener el acabar con el drama de la siniestralidad laboral, un problema que en lo que llevamos de año ya le ha costado la vida a más de un centenar de personas (103), con unas cifras que no dejan de incrementar ese contador de la vergüenza que, con cada nuevo avance, va dejando atrás a más y más familias trabajadoras rotas por el dolor. Ante la siniestralidad laboral, más acción sindical (implantación del delegado/a territorial y sectorial de PRL), más vigilancia administrativa (refuerzo de la inspección de trabajo), más cultura preventiva (incremento de la inversión real en las medidas prevencionistas) y más sanciones (incrementar las multas hasta lograr que sean disuasorias).
 
Finalmente, queremos volver a exigir la reducción inmediata de la jornada laboral legal hasta las 37,5 horas semanales sin minoración de salario. Una reducción que tiene que ser atendida con la mayor de las premuras y entendida como un paso previo hasta el objetivo sindical de las 32 horas en cuatro días a la semana. La sociedad actual precisa de un mejor reparto del empleo, haciendo de la jornada laboral legal un instrumento al servicio de la conciliación y la corresponsabilidad, de la salud pública, de la cohesión social y de la sostenibilidad ambiental.