UGT-A y FUDEPA conmemoran el Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad
A pesar del transcurso de los años, es imposible olvidar la barbarie vivida por los miles de personas que sufrieron en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz (Polonia), y el horror que experimentaron personas judías, gitanas, opositores políticos y todas aquellas víctimas de la crueldad e inhumanidad nazi. Por ello, hoy 27 de enero, es el Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad, fecha que viene conmemorándose desde el año 2004 en España, cuando el Consejo de Ministros lo aprobó en su momento, con motivo del recuerdo de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz el día 27 de enero de 1945 y por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2005.
La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de Andalucía y la Fundación para el Desarrollo de Pueblos de Andalucía (FUDEPA), quieren recordar a todos quienes sobrevivieron y a los millones de mujeres, hombres y niños judíos y a todas las demás víctimas asesinadas por el régimen nazi. Además, recordamos que este trágico episodio de la historia no es solo un acto justo de memoria para todas estas personas afectadas por el nazismo, sino también un necesario ejercicio democrático en la actualidad.
También recordamos a las decenas de miles de compatriotas asesinados con la complicidad de los nazis por los militares sublevados que, con los recursos humanos y materiales de aquellos regímenes fascistas, perpetraron el golpe de estado del 18 de julio de 1936, y cuyas primeras víctimas , se generaron la víspera en las plazas del norte de África entre sus propios compañeros de armas, que tuvieron el honor de cumplir su deber defendiendo el Estado Democrático de Derecho y su juramento de la Constitución de 1931, a los que se unieron al día siguiente en Sevilla los que antepusieron ese deber y esa palabra sagrada al ilegal y delictivo Bando de Guerra dictado por el criminal Gonzalo Queipo de Llano, venerado hasta hace muy poco en la Basílica de la Macarena.
Lamentablemente, conocer las atrocidades cometidas por el nazismo en Europa y el Franquismo en España, no ha supuesto el final de las guerras, la violencia y del genocidio: desde el fin de la II Guerra Mundial hemos asistido a un sinfín de conflictos y acciones bélicas, así como a situaciones de segregación y de genocidio. Incluso en la actualidad, el horror se encuentra presente en diferentes partes del mundo en la persecución a pueblos y minorías discriminadas, contra quienes se sigue ejerciendo la violencia más despiadada.
La tipificación como Crímenes contra la Humanidad no se formuló en el Derecho Internacional hasta 1947, pero en la década anterior el régimen franquista no hizo sino ensañarse en ese afán tan despiadado. La otra palabra Heroísmo unida a la principal Holocausto por el Parlamento Israelí para recordar también los actos de heroísmo y los actos de rebelión, nos obligan a honrar la memoria de nuestros compañeros de la Columna Minera de Riotinto, víctimas civiles que el 19 de julio, siguiente al del Bando de Guerra, sufrirían la emboscada de La Pañoleta camino de Sevilla para defender la República, y solamente una minoría llegaría a su destino para unir su suerte a la de los trabajadores de los barrios obreros de la capital, exterminados por la Legión días después, tras el “puente aéreo del Estrecho de Gibraltar”.
Por ello, la Unión General de Trabajadores en su larga historia, siempre hemos tenido un claro compromiso con la memoria. Fueron muchos los compañeros y compañeras de nuestra organización los que acabaron en campos de concentración nazis, por la cooperación de las autoridades franquistas y francesas, lo que hace que otro año más, UGT Andalucía y FUDEPA, se sumen también al recuerdo de este Día Internacional, como parte fundamental de nuestro compromiso con la democracia y la lucha contra el fascismo y cualquier tipo de discriminación.
La memoria de los millones y millones de personas aniquiladas por el nazismo, y muy significativamente la de las personas judías, nos obliga a tener siempre muy presente quién representa el horror. Con éstos, jamás puede haber pacto o entendimiento, sino denuncia de su pésima catadura moral y de su ignorancia, así como lucha, aislamiento y trabajo para que su programa e ideología sea, para siempre, sólo memoria de la barbarie que no podemos permitirnos nunca volver a repetir.