Málaga cerró mayo con 190.744 desempleados/as, 1.659  menos que el mes anterior,   un  -0,86%. Según datos ofrecidos hoy por el Servicio Público de  Empleo Estatal.  El Secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga  Francisco Villodres indicó que aún así Málaga es la segunda provincia donde el número de parados/as es el más alto.

A su vez, en términos interanuales se ha producido un aumento del 35,27%, 49.739 personas más en el paro.

Por sectores, el paro registrado donde la bajada ha sido más alta se ha producido en Construcción que este mes se encuentra con  2.007 personas en el paro (19.127); industria con 196 parados menos (8.526); el sector servicio con una leve bajada de 121 desempleados/as menos (140.472), y la subida la ha sufrido el colectivo de los trabajadores sin empleo anterior con 625 desempleados/as más  (un total de 17.549);  y agricultura se ha incrementado en  40 desempleados/as (5.070).

Por otro lado, el Secretario de Empleo Francisco Villodres señaló que del total de un total de 109.104 desempleadas, y además este mes hay  978 mujeres más en el paro,  mientras,  que en el hombre el paro ha sufrido una bajada de 2.637 (81.640). Esta crisis va a tener  repercusiones negativas en términos de igualdad.  

Así mismo el porcentaje de parados menores de 25 años es de un  8.78% (16.888), en este mes  se encuentra 4.199 jóvenes más en el paro. El desempleo juvenil era ya, antes incluso de la aparición del coronavirus, un mal permanente de nuestro mercado laboral. Hay que poner en marcha cuantas medidas sean necesarias para  evitar que nuestros jóvenes vean agravada su situación.

En mayo se realizaron 5.229 contratos más que el mes anterior, lo que supone un incremento de un 24%. A pesar de ello la contratación temporal sigue acaparando casi la totalidad de los contratos registrados el 92% de los contratos fueron temporales.Unos datos que, para el sindicato, demuestran la fragilidad de nuestro mercado aboral, exhibiendo un modelo de precariedad altamente flexible, capaz de destruir empleo de manera masiva en un espacio breve de tiempo.

Villodres  subrayó,  que de los colectivos con especiales dificultades de acceso a un puesto de trabajo,  es especialmente preocupante el colectivo de parados/as de larga duración con más de un año intentando encontrar un puesto de trabajo, que asciende  a 63.516, lo que supone casi el  33% del total de los parado/as malagueños/as. En este colectivo se ve reflejado igualmente las desigualdades laborales en las malagueñas que sufren una diferencia con los hombres de 18.912 paradas más  de larga duración. Así mismo el número de desempleados/as mayores de 45 años alcanza la cifra de 88.196 (46%sobre el total de desempleados/as). La discriminación en la mujer en este sector también es evidente,  hay 11.642 desempleadas más mayores de 45 años en relación con los hombres.

A su vez la población extranjera en paro se sitúa en 23.964  personas,  y  supone  el 13% del total de los parados/as de la provincia.

En relación a la afiliación a la Seguridad Social, la registrada durante el mes pasado ha sido de 582.956 altas,  5.702 afiliados/as más con relación a abril (0,99%). Y si nos atenemos a la variación interanual hay  39.364 ocupados menos (-5,26%).

Pero estos datos muestran también la necesidad de extender las medidas de protección social, las prestaciones por desempleo y los ERTE, para lo cual será necesario dotar de recursos a los Servicios Públicos de Empleo.

Es preciso un mayor compromiso de nuestras empresas en términos de asunción de costes, sobre todo los grandes grupos y corporaciones empresariales. Los costos del parón de la economía no pueden volver a recaer sobre la clase trabajadora. Por ello, junto a las medidas de inyección de liquidez, ayudas a las empresas y extensión de los ERTEs, es preciso avanzar en términos de reducción de los márgenes de beneficio empresarial y en la limitación de los dividendos repartidos, propiciando que dichos capitales vayan dirigidos a evitar la destrucción de empleo y el hundimiento estructural de los salarios en el conjunto del PIB.

                Las medidas de recuperación económica y de protección social requerirán de un importante montante presupuestario por lo que, además de los fondos que terminemos recibiendo por parte de las instituciones europeas, es necesario reformar nuestro sistema fiscal de manera que la carga impositiva quede repartida de forma mucho más progresiva y estableciendo nuevas figuras tributarias que, además de gravar las grandes fortunas, pongan también su objetivo en la economía especulativa que no genera ni riqueza real ni empleo.

De igual forma, el sindicato valora la aprobación del ingreso mínimo vital como instrumento absolutamente esencial para dar cobertura a las necesidades de las personas que se encuentran fuera del sistema de protección y dotar así de los recursos necesarios para vivir a las recursos humanos y materiales para asegurar el éxito de la reinserción laboral de una medida que con tanta insistencia hemos reclamado. Por eso, UGT exige al Gobierno que  dote esta medida una estrategia de reinserción laboral, de orientadores especializados y suficientes, itinerarios de formación específicos para conseguir la mayor empleabilidad a corto plazo, y medidas de asesoramiento a las personas, para que el tránsito de vuelta al mundo del trabajo sea una realidad.

La precariedad facilita la destrucción de empleo.