El número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo, en Huelva, asciende en el mes de septiembre de 2020 a 57.747 personas, lo que supone un aumento del número de parados del 0.60%, o sea, (343) personas más con respecto al mes anterior.

En Andalucía el número de parados/as se sitúa en 955.901 personas, lo que supone una bajada casi inapreciable del paro del 0.19% respecto al mes anterior.

A nivel nacional, el número de parados/as en septiembre en 3.776.485 personas, lo que supone un descenso en el desempleo del 0.69%, (26.329) personas más con respecto al mes de agosto, aunque es un 22,62% superior al mismo mes de 2019 (696.774), según los datos publicados hoy por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Con respecto a los sectores observamos como sigue siendo la agricultura la que tira de las cifras de creación de empleo haciendo disminuir el número de desempleados/as en 1.426 personas con respecto al mes anterior, le siguen la industria con 86 personas y la construcción con 213 personas menos; sin embargo, en los sectores de servicios y sin empleo anterior, la tendencia ha sido a la inversa, aumentando el número de parados en 1.896 y 175  personas respectivamente con respecto al mes anterior.

En referencia a los sexos sigue siendo el femenino el más afectado por el paro, situándose en Septiembre en el 57.38%, mientras el masculino está en un 42.62%.

Si observamos el desempleo juvenil vemos como un 9.47% del total de parados es de este colectivo, lo que supone una cifra altísima para nuestros jóvenes y que no ha dejado de subir en lo que llevamos de año.

La contratación en Huelva sigue siendo muy deficiente, ya que en el mes de septiembre han dejado de formalizarse 10.259 contratos, con respecto al mes anterior. La contratación indefinida supone un 2.43% del total de la contratación, mientras la temporal asciende en al 97.56%; (31.431 contratos de los 32.214 contratos formalizados en este mes. Esto se transforma en precariedad, temporalidad y condiciones laborales cada vez más abusivas.

En cuanto a las prestaciones, se observa como 286 personas, en el mes de septiembre, han cobrado algún tipo de prestación más que en el mes anterior; por lo cual se nos vuelve a mostrar que es una realidad la destrucción de empleo en Huelva, llegando a cobrar algún tipo de prestación 56.183 personas en total.

Sebastián Donaire, secretario general de UGT Huelva, ha manifestado tras el análisis de los datos del paro, correspondiente al mes de septiembre, que Huelva amanece con unos datos nada positivos porque el paro sigue creciendo en nuestra provincia y el escaso empleo que se está creando en la recuperación de la actividad económica está basado en la temporalidad, la parcialidad y precariedad.

Donaire apunta que el último acuerdosocial en defensa del empleo alcanzado es una necesidad para nuestro país, como lo lleva siendo desde el inicio de la pandemia. Resulta imprescindible mantener la fortaleza de nuestro tejido productivo y seguir preservando la protección social hacia las personas, con el fin de mantener la economía en las mejores condiciones y conseguir una recuperación justa y eficiente para todos cuando finalice la pandemia. 

“Estas medidas alcanzadas, en dicho acuerdo, tienen que servir como paraguas de protección social para dar cobertura a esos miles de trabajadores y empresarios que todavía no han podido reactivar su actividad con motivo de la pandemia. Por ello, desde UGT Huelva ponemos en valor el dialogo social que desde el inicio de la Covid-19 ha servido para poder salvar miles y miles de empleo”

Por otra parte, el líder sindical ha instado al Gobierno a seguir manteniendo un dialogo permanente con los agentes sociales y económicos para seguir trabajando y buscando formulas tanto en cuanto no salgamos de esta pandemia. Es necesario construir un nuevo marco de relaciones laborales que fomente el empleo estable, los salarios suficientes, la conciliación y las empresas productivas. Para ello, es preciso hacer frente a la precariedad laboral estructural de nuestro mercado de trabajo; derogar de la actual legislación laboral aquellos aspectos que presionan a la baja las condiciones de trabajo y los salarios; estructurar de forma racional el conjunto de medidas de ajuste, desde el despido colectivo hasta la modificación sustancial; racionalizar las jornadas de trabajo y ofrecer mayores posibilidades de conciliación; e impedir y perseguir la discriminación y el fraude laboral.