UGT Córdoba reivindica el importante papel de la mujer rural con motivo de su Día Internacional

13/10/2017 |

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Este domingo, 15 de octubre, se celebra el Día internacional de las Mujeres Rurales. Una conmemoración en la que UGT Córdoba quiere recordar los preocupantes datos laborales que presenta este colectivo, especialmente en Andalucía y en la provincia de Córdoba.

Según el último informe de la EPA, correspondiente al segundo trimestre de 2017, hubo 66.053 afiliados en alta en el Régimen General del Sistema Especial Agrario (RGSEA), siendo en nuestra provincia la representatividad femenina  superior a la masculina. Sin embargo, en cuanto a los contratos realizados, han sido un total de 50.464 contratos, de los que 35.195 se han realizado a hombres y tan sólo 15.269 a mujeres. Es decir, algo más del 30% del total de contratos en el sector agrario se han formalizado con mujeres.

En este sentido, la secretaria de Organización y Administración de UGT Córdoba, Carmen Jurado, explica que “desgraciadamente, la mayoría de las mujeres rurales son trabajadoras eventuales o tienen varios empleos a jornada parcial, y siguen soportando las diferencias salariales con respecto a los hombres. Además el empleo rural femenino sigue concentrándose en ocupaciones de bajo nivel de cualificación".

Asimismo, si hablamos de empresarios del régimen agrario o miembros de cooperativas, la cifra tampoco es halagüeña para las mujeres, ya que en Andalucía hay 46.700 hombres empresarios en este sector, frente a 12.800 mujeres empresarias.

Desde esta organización volvemos a reivindicar el importante papel de la mujer en el mundo rural,  ya que han sido invisibles durante muchos años y ha parecido un sector tradicionalmente masculinizado, cuando no es cierto. “Las mujeres rurales suelen compartir con su pareja el trabajo en tareas remuneradas, sin figurar en plantilla o nómina". Así, casi el 30% de las que desarrollan alguna actividad laboral no cotiza en la Seguridad Social, y la mitad de las empresarias del sector agrícola no se consideran como tales”, aclara Jurado.

 

En los últimos años se han incluido mejoras como la inclusión en el convenio del campo de  la cláusula que garantiza el principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el acceso al empleo, en la formación y promoción profesional y en las condiciones de trabajo, o bien la  aprobación de la Ley de cotitularidad en explotaciones agrarias, que en definitiva no está funcionado, así como la puesta en marcha del I Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres en la Actividad Agroalimentaria y Pesquera. Aun así, la realidad dista mucho de una verdadera igualdad efectiva.

Por todos estos motivos, desde UGT aprovechamos este día para reivindicar que se pongan en marcha actuaciones que para este sindicato son primordiales, a fin de que la mujer rural alcance las mismas ventajas y oportunidades que el resto de la población. Además, exigimos que se cumplan con las necesidades que vienen demandando, como son el aumento de su capacitación y  formación, el  incremento de  ayuda para el autoempleo, facilitarles la permanencia de las mujeres jóvenes en el medio rural, impulsar la creación de servicios de proximidad o la aplicación de políticas agrícolas y de desarrollo rural con perspectivas de género.

En esta misma línea, desde nuestro sindicato nos ponemos a disposición de todas estas mujeres, ya que el futuro del medio rural depende en gran medida del papel otorgado a ellas y de los servicios e instrumentos que se les ofrezcan para desarrollar su vida profesional y laboral.

Igualmente, en UGT exigimos un funcionamiento real y efectivo del  Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres en la Actividad Agroalimentaria y Pesquera, que se aprobó el pasado enero de 2017. Por otro lado, solicitamos que se modifique o se pongan en marcha medidas para que sea efectiva la Ley de cotitularidad en explotaciones agrarias.

Finalmente, Jurado ha apuntado que “debemos seguir trabajando y aunar esfuerzos con las mujeres rurales para se les faciliten todos los instrumentos y herramientas necesarios a fin de que se consiga  la tan ansiada igualdad efectiva en las mujeres rurales y éstas dispongan de las mismas oportunidades que el resto de la población”.