Córdoba, patrimonio del paro

21/08/2018 |

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Pido perdón al personal por adelantado, porque en época vacacional no apetece leer malas noticias y sí disfrutar de las bien merecidas vacaciones (para el que las tenga), y el que no las disfrute tampoco tiene muchas ganas de leer penas, que bastante tiene uno con las suyas propias como para agobiarse con un artículo de un sindicalista agorero.

Una vez dicho esto, a uno que es un enamorado de nuestra provincia le preocupa y mucho la evolución del mercado laboral cordobés, fundamentalmente, porque no evoluciona ya que nadie pone los medios para salir de esta situación. Nuestra provincia siempre está entre las tres primeras en número de personas desempleadas de nuestro país, con más de un 25%, y una tasa de temporalidad en los contratos que nunca baja del 95%.

Si a esto le unimos que más del 80% de nuestra actividad económica se la llevan el sector agrario y el sector servicios, y que el año pasado tuvimos una pérdida de población de 3.400 habitantes, la verdad es que para tirar cohetes no estamos, no. Nuestra juventud tiene verdaderas dificultades para encontrar trabajo, de hecho, más de la mitad están en paro y si eres mujer y tienes más de 45 años, casi olvídate de encontrar empleo salvo que te toque la lotería, si es que tienes capacidad económica para comprar el décimo.

Éste, a grandes rasgos, es el panorama laboral de nuestra provincia, que al ser tan dependiente de los sectores primarios y no invertir en industria seguirá estancado durante muchos años, empobreciéndonos y entregándonos en demasiados casos a la economía sumergida (30%). Esto supone entrar en contradicciones tan grandes como que somos una de las cinco provincias en las que más coches nuevos para particulares se venden. Cada uno que se imagine la explicación que desee, todas son posibles.

En definitiva, me gustaría que cuando mi nieto llegue al mercado laboral tuviese la oportunidad de elegir en qué trabajar, pueda hacerlo con dignidad, y tener la opción de plantearse su vida a largo plazo, cosa que ahora pocos jóvenes pueden hacer. En eso estamos, parece difícil, pero no imposible. Sólo hay que tener la voluntad de hacerlo y ponerse manos a la obra para que Córdoba sea solo Patrimonio de la Humanidad y desterremos el desempleo a donde debe estar, en el paro.