Artículo de opinión de la Secretaria General de UGT Almería, Carmen Vidal Salcedo

Objetivo: Empleo Decente

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Este 7 de octubre reivindicamos un Trabajo Decente, algo cada vez más necesario en un país que mira de frente a las desigualdades y los riesgos sociales y da la espalda a conceptos como dignidad, decente o derechos. Actualmente, en España, se tiende a desregularizar y flexibilizar las relaciones laborales, sacrificando el bienestar de los trabajadores y trabajadoras en particular y de las personas en general, pero sin embargo en contraposición existe un aumento de ganancias empresariales.

Desde UGT venimos rechazando las políticas neoliberales aplicadas por el PP para salir de la situación de crisis, ya que se basan en una mayor flexibilización de las relaciones laborales que han provocado altas tasas de desempleo, un abuso excesivo de la temporalidad, un aumento de la economía sumergida y al mismo tiempo una inseguridad incontrolada, lo que conlleva a que no exista un equilibrio en el reparto de las riquezas y que sea una gran parte de la sociedad la menos favorecida.

Como hemos podido comprobar, esta modelo propicia: la precarización del empleo, salarios ridículos y cada vez más a la baja, inestabilidad laboral, pérdida de derechos, aumento de la explotación y por ende deterioro de la calidad de vida. Estas son las consecuencias de un modelo que se empeña en aumentar el máximo beneficio a costa del conjunto de trabajadores y trabajadoras.

Por ello, en esta jornada, exigimos, un trabajo decente, un trabajo digno, un trabajo que respete los derechos laborales y sociales del conjunto de las trabajadoras y trabajadores, un trabajo que respete nuestra salud, donde esté asegurado el principio de igualdad de trato y de oportunidades, un trabajo que no esté bajo el paraguas de una excesiva temporalidad.

Para que exista trabajo decente, es necesario de una vez, que se deroguen las reformas laborales, que se combata la desigualdad y la pobreza mediante prestaciones de ingresos mínimos que sea garante de la falta de ingresos para aquellas personas que no pueden acceder a un empleo, que se incrementen los salarios para tener capacidad de poder contribuir al crecimiento económico del país y un trabajo que ponga en valor la salud de sus trabajadoras y trabajadores.

En definitiva, es necesario un nuevo modelo de respuestas que genere empleos en los sectores más productivos y que propicie una salida de la crisis que nos conduzca hacia un sistema económico más justo, eficiente y sostenible.