El paro baja en Málaga en 3.800 personas en el cuarto trimestre de 2019 y la tasa de paro se sitúa en el 17.75%

El paro baja en Málaga en 3.800 personas en el cuarto trimestre de 2019 y la tasa de paro se sitúa en el 17.75%

En el mismo periodo del año anterior la bajada del paro se situó en 11.100 trabajadores menos en el paro El paro en Málaga baja en 3.800 personas en el cuarto trimestre de 2019 con respecto al tercer trimestre del año, y la tasa de paro se sitúa en el 17.75%. Tras este descenso, la cifra total de desempleados/as en la provincia de Málaga es de 139.800 personas, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística.

28/01/2020 |

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El paro en Málaga baja en 3.800 personas en el cuarto trimestre de 2019 con respecto al tercer trimestre del año, y la tasa de paro se sitúa en el 17.75%. Tras este descenso,  la cifra total de desempleados/as en la provincia de Málaga es de 139.800 personas, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA),  hechos públicos hoy por el Instituto Nacional de Estadística.

Aún así Málaga es la quinta a nivel nacional y la segunda de Andalucía con más personas desempleadas.

La tasa de actividad está en el 56.54%, En cuanto al número de ocupados, es de 647.900personas en este trimestre, 2.700 menos que en el trimestre anterior.  Si analizamos los ocupados/as por sectores, el mayor número de ocupados/as se encuentra en el sector servicios con el 82,2%; construcción (7.7%); industria con (7.0%); y agricultura (3.1%). Los ocupados han subido  en el sector de Agricultura con 5.500 e Industria con 5.200 personas, y la bajada  se ha producido en el sector de la Construccion con 6.500  y Servicios con 6.900 personas.

En cuanto a la población activa,  ha bajado en 6.600 personas en disposición de trabajar, con un total de 787.700.

En cuanto a los desempleados/as por sexo, en nuestra provincia,  la población masculina seencuentra con 67.700desempleados en este cuarto trimestre, 2.300 más en comparación con el trimestre anterior. Y la población femenina ha bajado en  6.100  desempleadas (72.100). La tasa de paro masculina se encuentra  en la actualidad en el 16.22%, y la tasa de paro femenina se sitúa en 19.48%. El paro en la población femenina en este trimestre ha bajado esto supone cierta mejoría en la situación del paro femenino,  pero la brecha se incrementa en más de 3 puntos de diferencia con la tasa de paro del hombre.

Si nos atenemos a la diferencia interanual, en la provincia hay 10.800 desempleados/as más que hace un año, los/as activos/as subieron en 8.200 y los/as ocupados/as bajaron en 2.500, y la tasa de paro se ha incrementado en 1 punto.

      UGT-A valora de manera medianamente positiva, la reducción del paro y la creación de empleo registrados durante el trimestre, sin olvidar que detrás de ello sigue escondiéndose una precarización absoluta de nuestro mercado laboral.  Este es el primer dato de paro desde la creación del nuevo Ejecutivo Central y, esperemos que el corte progresista del mismo sirva para traer a Andalucía todas las medidas en materia de empleo y de reparto de la riqueza que el Gobierno de la Junta de Andalucía es incapaz de poner en marcha.

      Nuestro Sindicato aplaude que la revalorización de las pensiones haya sido una prioridad para este nuevo Gobierno, pero igualmente reclamamos que el mismo afronte desde ya la elaboración de unos PGE capaces de hacer frente a los importantes retos que en esta materia social y económica nos va a plantear este nuevo año: derogar las reformas laborales, lograr un reparto justo de la riqueza, incrementar el SMI, fortalecer el Estado del Bienestar, etc.

      Desde UGT Andalucía queremos que, de una vez por todas, 2020 sea el año de la calidad en el empleo y del fin de la precariedad. El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Agenda 2030 nos obliga a llevar a cabo un importante giro en las políticas socioeconómicas para hacer que seamos la ciudadanía en general y la clase trabajadora en particular, la que ocupemos el centro de las mismas. Ningún periodo de crecimiento económico se mantiene en el tiempo si no se traslada a una mejora de los niveles de calidad de vida de las economías domésticas. No nos vamos a contentar con que se crezca más, sino que exigimos que se crezca mejor, aumentando los niveles de reparto de la riqueza generada y sin dejarnos a nadie atrás.