Concentración Palestina

14/12/2017 |

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LOS PALESTINOS SE ENFRENTAN A UN NUEVO BALFOUR
Burlando la legislación internacional, las Convenciones de Ginebra y las Resoluciones de Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos ha decidido unilateralmente y en contra de la abrumadora opinión del mundo, declarar a Jerusalén capital de Israel. Esta declaración con todos sus efectos, no solo impone la ley de la selva sino que legitima la unilateralidad, la violencia, la ocupación y los crímenes de Israel sobre la población palestina tanto en Gaza como en Cisjordania, y en la propia ciudad de Jerusalén.
Legitima la política de asentamientos ilegales, la construcción del muro de la vergüenza, los ataques masivos contra la población de Gaza y da alas a nuevos crímenes y ataques a la población palestina.
El gobierno de Trump, dedicado a boicotear cualquier tipo de acuerdo internacional sea comercial, social, medioambiental o de cualquier tipo, también ha entrado a saco en Oriente Próximo imponiendo su arbitrariedad y sus propios intereses, comprometiendo la seguridad internacional y la paz, no sólo de Oriente Próximo, sino mundial.
Da un paso más en sus políticas islamofóbicas y racistas, tomando una decisión que no le corresponde y que constituye en sí misma una flagrante violación del Derecho Internacional, de las Resoluciones de Naciones Unidas y de la Convención de Ginebra.
Y si bien esta declaración constituye un acto de guerra contra los palestinos y la legislación internacional por parte de Estados Unidos, ya es hora de que Europa pase de las palabras a los actos, no solamente condenando la posición de EEUU, sino actuando en consecuencia con el ordenamiento internacional.
Pero hay que recordar que la Ocupación de Palestina no comenzó con Trump ni con los Estados Unidos, sino como consecuencia de una Comunidad Internacional pusilánime y débil que ha sido incapaz de imponer la legalidad y de pedir cuentas frente a los crímenes de guerra cometidos de forma constante por Israel y, por tanto, cómplice silencioso, dedicado a pagar el mantenimiento de estructuras políticas palestinas, pero no dispuesta a acabar con la criminal ocupación.
Es hora también de repetir que el Mundo Árabe, sumido en una crisis monumental, lo está en parte por su propia incapacidad para unirse y defender sus intereses frente al imperialismo, y sigue estando callado hasta el momento en que cada uno de los países van sucumbiendo a los intereses de Israel o de Occidente.
Parafraseando a Bertold Bretch podríamos decir que
"Primero vinieron por Palestina, pero yo no era palestino.
Ocuparon el Sáhara, pero nunca reconocimos sus derechos.
Luego vinieron por el Líbano, pero no era libanés.
Vinieron por Siria, pero yo no era del país del Shams.
Después acabaron con Libia, y no me sentí aludido.
Y acabaron con la democracia de Egipto, pero yo no era egipcio;
Después demolieron a bombas Yemen, pero yo no era yemení"
Y así, hoy aquí condenamos el silencio cómplice de los que piensan que no irán por ellos porque son cómplices del imperialismo, gobiernos con las manos llenas de sangre que juegan en el tablero de las estrategias de forma cínica y cruel. Condenamos a los gobiernos que, como Marruecos, llora a veces por Palestina mientras ocupa el Sáhara y masacra a su pueblo, o como Arabia Saudí que lo ha hecho con Yemen o con Bahrein.
Estamos ante una nueva declaración de Balfour un siglo después, volviendo a dar una vuelta de tuerca a la desposesión del pueblo palestino saltando todas las líneas rojas y en un escenario que claramente apoya la voluntad israelí de acabar con cualquier futuro para Palestina.
Hoy recordamos a Europa y al mundo que no sólo hay que decir con rotundidad que Jerusalén es la capital de Palestina, sino hay que repetir que Palestina será libre, un país para una capital indivisible;
Y reclamamos el Boicot las Desinversiones y las Sanciones a Israel como única herramienta global y útil que nos damos los pueblos y las gentes de bien, no solo para acabar con la impunidad israelí, sino para imponer la justicia en Palestina en el marco de las Resoluciones de Naciones Unidas y la legislación internacional.
JERUSALÉN ES Y SIEMPRE SERÁ LA CAPITAL DE PALESTINA
Viva Palestina Libre