También es cierto que se ha reducido en un año en 107.026 trabajadores los parados andaluces, pero no hay que olvidar que Andalucía es la CC.AA con más personas desempleadas de toda España, ya que el 24,35% del total de parados son andaluces, es decir, uno de cada cuatro desempleados pertenece a nuestra CCAA. Además, somos el segundo país de la Unión Europea con la tasa de paro más alta de toda Europa.

La creciente precariedad del empleo y el bajísimo nivel de protección social existente provocan que, a pesar de que estén creciendo la actividad económica y los beneficios de las empresas, las condiciones laborales y de vida de los trabajadores y trabajadoras no estén mejorando. Se reduce el paro, sí, pero no la pobreza y las desigualdades. Crece el PIB, pero no las expectativas laborales y de vida de la mayoría de la población.

Igualmente otra información criticable es la reducción de la población activa, que hace también que bajen los datos del paro, no solo porque los desempleados encuentren un empleo. Esta reducción en la población activa y por consiguiente de las personas desempleadas se debe  a un progresivo envejecimiento de la población, a la marcha de trabajadores al extranjero a buscar mejores oportunidades de empleo, y a la salido del mercado laboral de otros muchos trabajadores porque vuelvan a los estudios, porque se jubilen, por la realización de tareas domésticas, etc..., o bien como consecuencia del desánimo que produce la persistencia de la situación del desempleo y la falta de expectativas.

Otro de los datos significativos por lo que se demuestra que nuestro mercado de trabajo no crea el empleo que los trabajadores y trabajadoras necesitan, es que el sector servicios continúa recogiendo a más del 60% de nuestras personas paradas, proporcionando un empleo temporal, precario y con salarios mucho más bajos de los que existían antes de comenzar la crisis.

También hay que tener en cuenta que durante este mes de junio se han realizado 32.309 contratos menos que en el mes de mayo, lo que supone un importante descenso del 7,03%. A su vez, la contratación temporal sigue acumulando prácticamente la totalidad de los contratos registrados: el 96,03% de los contratos de junio fueron temporales. Este modelo de contratación debemos revertirlo a favor de la contratación indefinida, y además hay que paliar la obsesión que tienen las empresas  andaluzas y españolas de utilizar de forma abusiva este tipo de contratación temporal.

Y si ya hablamos de los parados de larga duración que ya han agotado todas sus prestaciones, alcanzan ya la cifra de 38 de cada 100 desempleados andaluces que ya no perciben ninguna prestación económica.

Por todo ello, desde UGT Andalucía, valoramos muy comedidamente el descenso del paro, que además es un hecho habitual al inicio del periodo estival.

Para crear el empleo que necesitan los andaluces y Andalucas, lo primero que hay que llevar a cabo es la derogación de las últimas reformas laborales, para constituir el punto de partida imprescindible para la creación de un modelo de relaciones laborales más eficiente y con más derechos para los trabajadores y trabajadoras y de este modo, ir recuperando los derechos aniquilados y que tantos años costaron conseguir a la clase trabajadora.

Por último no podemos dejar de valorar la puesta en  marcha de la Mesa para la Calidad y la Dignidad del Empleo creada el pasado mes de junio en nuestra Comunidad Autónoma. Aprovechamos la ocasión para reivindicar la realización de un trabajo eficaz y útil para conseguir medidas reales que repercutan en la creación de empleo y  la mejora de la calidad del mismo, ya que consideramos que el diálogo social continuo y permanente tiene que volver a ser el hilo conductor que dote de sensatez a las iniciativas puestas en marcha en materia de empleo y, muy especialmente, en el caso de las políticas activas de empleo.