·El paro se reduce en 21.901 personas (-2,23%) y se sitúa en 958.195 desempleados. No obstante, se mantiene muy por encima del registrado hace un año, 205.396 trabajadores más (27,28%), dos puntos mayor que el aumento registrado  en el Estado (25,29%). El dato viene a confirmar las conclusiones extraídas de la EPA de la semana pasada, hay que continuar desarrollando las medidas para salvaguardar los puestos de trabajo para que el mercado laboral no sea el gran damnificado de la crisis.

·Continuamos un mes más, encabezando el paro estatal: el 25,40% de los parados son andaluces, porcentaje que se incrementa levemente con respecto al del mes anterior (25,37%).

·El 9,12% de los desempleados andaluces son menores de 25 años, proporción que se reduce dos décimas con respecto a la del mes pasado (9,31%). La  debilidad de nuestro mercado laboral y la precarización sufrida durante los años de vigencia de la reforma laboral ha colocado en una situación de plena indefensión a nuestros trabajadores más jóvenes que, ahora, vuelve a ser los que más sufren esta nueva crisis laboral.

·Las trabajadoras andaluzas en paro ven nuevamente aumentado  su peso relativo (58,13%), entre el conjunto de desempleados respecto al mes anterior (57,97%). Como ha ocurrido en las anteriores crisis económicas, las dificultades son aprovechadas por muchas empresas para dar al traste con gran parte de los logros alcanzados, en materia de igualdad de oportunidad, tras años de lucha sindical. La crisis no puede ser costeada por la clase trabajadora, la crisis no puede ser costeada por las trabajadoras.

·El paro entre los trabajadores extranjeros se ha elevado un 5,78%. A su vez, en términos interanuales se ha producido un aumento del 53,74%, porcentaje muy superior al obtenido por el Estado (45,50%) y que no deja de crecer de forma continuada con respecto a los meses anteriores.

·Los servicios continúan recogiendo a más del 65% de nuestros parados (65,04%). Durante este mes, tal como también ocurriera en los dos meses anteriores, el paro se ha visto incrementado en la agricultura y en el colectivo de trabajadores sin empleo anterior, descendiendo en la industria, la construcción y los servicios.

·Por provincias, el desempleo ha decrecido en todas ellas durante el pasado mes de julio, con excepción de Almería (1,75%) y Huelva (3,69%), debido a la finalización de las campañas agrícolas.

·En julio se realizaron 57.680 contratos más que en el mes anterior, lo que supone un importante incremento, por segundo mes consecutivo, del 21,640%. A pesar de ello, la contratación temporal sigue acaparando casi la totalidad de los contratos registrados: el 94,90% de los contratos fueron temporales.

·Los ERTEs se han convertido en un elemento de vital importancia para salvaguardar el empleo, teniendo un efecto directo sobre las prestaciones por desempleo y con ello, dotando de cierta solvencia la situación por la que atraviesan los miles de trabajadores andaluces que se han visto abocados a esta situación. En la actualidad, y teniendo en cuenta los trabajadores afectados por esta figura, el número de andaluces que reciben algún tipo de prestación por desempleo asciende a 909.474.

·Por último, julio ha elevado, aunque todavía levemente (0,53%),  la afiliación a la Seguridad Social. La tasa interanual (-3,93%) vuelve a situarse en porcentajes negativos aunque vuelve a mejorar con respecto a la de los últimos meses.

 

Por todo ello, desde UGT Andalucía:

·Analizados los datos de julio, debemos resaltar lo esperanzador de los mismos ya que, dan muestras del funcionamiento de las medidas de salvaguarda del empleo pero, a la vez, nos avisa de la imperiosa necesidad de mantenerlas e incluso de profundizar en las dirigidas a los colectivos con mayores dificultades de acceso al mercado laboral.

·El Acuerdo para la Reactivación Económica y Social de Andalucía firmado ayer por la Junta de Andalucía y los agentes sociales y económicos más representativos supone un importante hito para el presente de nuestra tierra. Es fundamental que, a diferencia de lo habitual en otros procesos de salida de crisis, esta no se logre a costa del poder adquisitivo de los trabajadores ni del empobrecimiento de la ciudadanía.

· Desde que se iniciara la pandemia, nuestro Sindicato ha estado trabajando con el objetivo de amortiguar la destrucción de puestos de trabajo provocada por el coronavirus. Para lograr este objetivo es fundamental el trabajo consensuado de los agentes sociales y económicos y el Ejecutivo de San Telmo logrando que, sin bajar la guardia en lo que a las medidas de seguridad se refiere, lograr que la reactivación económica vaya de la mano del refuerzo de la red de protección a los trabajadores en general y, muy especialmente, a las personas integradas en los colectivos más vulnerables.

· Para UGT Andalucía, la reactivación de la economía debe pasar por asegurar la liquidez de las empresas que pongan en valor su responsabilidad social y laboral, comprometiéndose con el cumplimiento estricto de las cláusulas de protección de sus trabajadores. Tenemos que lograr que los fondos públicos sirvan para reflotar la economía, pero también que la aplicación de los mismos se traslade a los trabajadores en forma de mejoras en la estabilidad y calidad de sus puestos de trabajo.

· En todo este proceso es fundamental un compromiso político y presupuestario con el refuerzo y fortalecimiento de los servicios públicos, cuya esencialidad ha quedado puesta de manifiesto durante los momentos más difíciles de la gestión de la crisis del Covid-19. De igual manera, esta apuesta por la calidad y cobertura de los servicios públicos tiene que ir acompañada de una profunda reforma fiscal que nos permita disponer de una recaudación suficiente, ampliando la progresividad del mismo, para afrontar el incremento de los presupuestos destinados a las partidas que sustentan los principales servicios públicos.

 Los datos conocidos la semana pasada sobre la evolución del PIB estatal han vuelto a poner de manifiesto la imperiosa necesidad de afrontar el ansiado cambio de modelo productivo que precisa Andalucía. Un modelo productivo que erradique la economía sumergida y el fraude en la contratación, que apueste por la industria como motor generador de valor añadido, que minore nuestra dependencia del sector terciario y, sobre todo del turismo, una actividad excesivamente estacional y muy expuesta a imprevistos como, por ejemplo, la aparición del coronavirus. En este nuevo modelo productivo, es fundamental que la inversión pública se dirija, de manera prioritaria, a incentivar a nuestros sectores más estratégicos, a solventar nuestras deficiencias en materia de infraestructuras y que nos permita mejorar en términos de competitividad, eficiencia y eficacia.

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