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El incremento en el precio de los carburantes, principal responsable del repunte inflacionista

El incremento en el precio de los carburantes, principal responsable del repunte inflacionista

Según los datos oficiales hechos hoy públicos por el INE, la economía andaluza ha concluido el segundo de los meses del año con un incremento en los precios de un 0,3%, frente al 0,2% del conjunto del Estado. Así, Andalucía obtiene una tasa interanual de inflación del 0,9%, dos décimas inferior a la estatal, pero una superior a la registrada el mes pasado (0,8%). De esta forma, encadenamos ya 30 meses con un nivel general de precios superior al del mismo mes del año anterior.

13/03/2019 |

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Por grupos, Vivienda (-1,6%) con por el abaratamiento del coste de la luz, junto con el grupo Vestido y calzado (-1,1%), en el final de las de rebajas, han sido los grupos con mayores descensos de precios. Por el contrario, Transporte (1,6%) tras el encarecimiento de los carburantes y  Comunicaciones (0,8%) y Hoteles, cafés y restaurantes (0,8%)  se sitúan, en esta ocasión, como los grupos con incrementos de precios más significativos.

En los últimos doce meses, solo ha descendido el precio en el grupo Ocio y cultura (-1,9%). Los mayores incrementos de precios fueron los protagonizados por Hoteles, cafés y restaurantes (1,6%), Enseñanza y Comunicaciones (ambas 1,5%).

Por provincias, durante el pasado mes de febrero, los precios se incrementaron en todas ellas. El aumento más importante ha sido el registrado en Málaga (0,4%), mientras que Córdoba, Granada y Jaén (las tres 0,2%) obtuvieron los únicos por debajo de la media autonómica.

A lo largo del último año, en todas las provincias se han incrementado los precios. Málaga (1,2%) destaca  por ser la provincia más inflacionista, junto con Córdoba y Granada (ambas 1,0%) mientras que, Cádiz (0,5%) y Jaén (0,7%), registran, con diferencia, los incrementos más reducidos. De esta forma, las diferencias interprovinciales se reducen una décima sobre las alcanzadas el mes pasado y se sitúan en siete.

En cuanto a los alimentos de primera necesidad, durante febrero, la carne de ovino (-3,8%) y el azúcar (-2,0%), registraron los descensos de precios más destacados. Por el contrario, es de reseñar igualmente el encarecimiento de productos como las frutas y las legumbres y hortalizas frescas (ambos 3,1%).

En términos interanuales, las patatas y sus preparados (15,9%) y las legumbres y hortalizas frescas (11,2%) fueron los productos más inflacionistas. Los aceites y grasas (-13,1%) y, en mucha menor medida la leche (-1,1%), son los alimentos con los descensos de precios más pronunciados con respecto a febrero del pasado año.

Otras cuestiones que, además del Índice General de Precios, afectan a nuestro poder adquisitivo de forma importante: Los carburantes se han visto encarecidos a lo largo del mes de febrero en todas sus modalidades. Por ejemplo, el diesel, ha pasado de 1,181 € al finalizar enero a 1,25 € el 28 de febrero, llegando a cotizar incluso a 1,258 durante la última semana del mes.

El Euribor a un año, se ha vuelto a incrementar por undécimo mes consecutivo y se sitúa en -0,108. De esta forma, llevamos ya medio año consecutivo con un Euribor superior al registrado justo un año antes y, por lo tanto, suponiendo revisiones al alza de las cuotas hipotecarias.

El recibo de la luz vuelve a bajar en febrero en lo que supone ya su quinto descenso mensual consecutivo. Durante el segundo mes del año, el recibo de la luz ha sido un 7,8% más barato que el mes pasado. Tras este importante descenso, el precio de la electricidad que pagamos ahora las familias trabajadoras es un 1,2% menor a lo que pagábamos en febrero del pasado año.

En definitiva, como hemos manifestado en multitud de ocasiones, la evolución del nivel general de precios no es más que un reflejo, con cierta nitidez, de lo que ocurre en el conjunto de la economía. En este sentido, el periodo de recuperación económica, iniciado en 2014, se ha traducido también en un incremento de los precios que, desgraciadamente, no ha venido acompañado de un aumento proporcional y paralelo del poder adquisitivo de los trabajadores andaluces.

Con ello, la merma en la capacidad de compra del conjunto de la clase trabajadora, provocada por la congelación de los salarios y por los innumerables contratos novados a la baja en términos de jornada y de retribución y, más dramáticamente, por el prolongado tiempo en situación de desempleo, supone otro elemento fundamental que propicia el injusto reparto de la riqueza generada en el último lustro y que, tan graves consecuencias está teniendo para el logro de unos niveles de cohesión social sostenibles.

El rotundo éxito de las movilizaciones sindicales convocadas con motivo del 8M no es más que una muestra evidente del hartazgo de una sociedad con una forma entender la economía que no solo no asegura la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, sino que tampoco propicia unos niveles mínimos de justicia social.

Tenemos que empezar por incrementar el nivel de vida y la capacidad de compra del conjunto de la sociedad y eso pasa, ineludiblemente, por mejorar el conjunto de las retribuciones de los trabajadores andaluces.