En julio bajaron un 1,2% los precios. El empleo estacional y precario no incentiva la demanda interna ni el consumo
En el mes de julio el Índice de Precios al Consumo (IPC) descendió en Andalucía un 1,2 por ciento con respecto al mes anterior. Por provincias, la mayor bajada de precios se ha registrado en Jaén, seguido de Granada.
En el mes de julio, el IPC en Andalucía cayó un 1,2 por ciento, cinco décimas por debajo de lo registrad o hace justo un año (0,7% de bajada). La variación interanual en Andalucía se sitúa así en el -0,6%, tres décimas inferior al registrado a nivel nacional (-0,3%). La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) baja así al -1,1&, dos décimas menos que el IPC general.
En cuanto a grupos de bienes destaca la bajada de los bienes industriales sin productos energéticos (-4%), los bienes industriales sin energía (-3%) y los bienes industriales (-2,9%). Destaca también la bajada de los precios en los carburantes, combustibles y productos energéticos.
El IPC interanual cae hasta el -0,3% en España debido, según el Gobierno, a la estabilidad en los precios de carburantes y lubricantes y los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la subida que experimentaron en 2013. Según el INE, también influye en esta caída la bajada de precios de la energía eléctrica. Desde el ejecutivo inciden en que, pese a estas tasas negativas, no existe riesgo de deflación porque es un caso "puntual".
Pues bien, desde enero podemos comprobar que el IPC ronda cifras cercanas al 0% y tasas negativas por lo que no podemos decir que este mes de julio sea un caso puntual y ocasional.
Estas tasas negativas son la consecuencia del elevado nivel de pobreza, del empleo inestable, de la pérdida de poder de las pensiones y de sueldos precarios que hacen que el consumo no despegue y con ello los precios.
Resulta cuanto menos curioso que nos vendan como un éxito de este Gobierno y de su reforma laboral la disminución del paro en época veraniega cuando es algo que sucede históricamente, año tras año, incluso en las épocas más crudas de crisis. Sin embargo, estos "datos positivos" en el empleo no se reflejan en los datos del IPC, "clara muestra de que el empleo que se crea es estacional, precario y no incentiva la demanda interna ni el consumo".